19 ene 2011

El mirador



La plaza empieza a desvanecerse de la muchedumbre, el ambiente empieza aclarar, los primeros turistas deambulan con un trotar deportivo, los charcos van evaporándose, tenían razón, llovió en las vísperas del año nuevo, finalizaba la Nochevieja y ya nos salpicaban las gotitas del majestuoso cielo, sin ser meteorólogos, los cusqueños me aseguraban lluvia al inicio del nuevo año, no dudaban de su afirmación, horas antes, veía un cielo despejado y un sol cálido, ¿están seguros?

Nos aproximamos a la pileta, un grupo de muchachos le tocan a la guitarra y le cantan al rock en español, su acento es único, los ches, nos juntamos y acompañamos con nuestras voces, ¿y vos de donde sos?, Arequipa, una de Calamaro, te quiero… ¿saben alguna de Sabina?, y nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres… pero todavía no nos vamos! Y en todo ese preludio ya ando viéndote, sos distinta a tu amiga, ella le canta, le baila, le habla, le ríe, ¿y vos?, sos contraria a ella, parsimoniosa del momento, detenida en el tiempo, ausente del año festivo, sos rara y ya me vas atrapando por eso.

Y nos dieron las siete(a.m.) y ya se van marchando, los sureños empaquetan la guitarra, se despiden de las muchachas y prometen visitar a los arequipeños, y en el instante impreciso poso mi mirada agotada a tu lado, ¿estás rara?, cansada, y las palabras amortiguan una conversación superflua, ya voy subrayando un lugar llamado Tucumán, nutricionista, ¿estás gordito no?, no hay nadie –me dices, y me voy animando a ofrecerte mi corazón en renta, cuando me cuestionas con tu pregunta, ¿sabes a qué hora hay misa?, me dejas pelotudo, voy dos días sumergido en la mundanidad, donde el libertinaje es la mejor opción, y también podría ser el turismo, y me sales con lo de la misa, ¿hoy sábado?, ¿sos católica?, creo en la virgen y en los santos y... “yo también”, voy a dormir, dime el tuyo, ¿no lo anotas?, chau.

Me acerco donde Alfredo y Pepe, están con otros muchachos, ¿qué fue?, se fue, te presentamos a Pérez, ¿tú eres Pérez?, ¡foto con Pérez! Y me voy enterando que soy el señor feudal arequipeño, que no existe tierra o poder que no ostente en dicha ciudad, ¡che en Argentina no hay Pérez!

Nos cambiamos de bando, ahora estamos con ibéricos, ¿de dónde salieron?, nos salieron comunistas, llegan los serenos, nos confiscan el alcohol, la hora permitida ya se terminó, voy a hablar con ellos, me devuelven lo confiscado, vámonos al otro parque; somos estudiantes de psicología y estamos haciendo nuestras prácticas en el norte, Chiclayo, Trujillo, Piura; ¿en colegios? Es bueno saber que nuestra juventud aprende de comunistas cultos, y aparecen de nuevo los serenos, en el otro parque, ¡señores por favor!, ya nos vamos jefe, ¿a dónde?, al mirador, está muy lejos y empinado, ¡vamos!, al mirador, al mirador, a tomar chela!... (8)

En el trayecto uno de los nuestros se embarca en la ideología comunista, ¿ustedes que son madrileños si saben quién es Sabina no?, al mirador, al mirador, a tomar chela!...(8); sofocados, sin aliento, próximos a la fermentación, llegamos a nuestro destino, uno de los nuestros y uno de los suyos han planificado el próximo golpe de Estado, ¡tenemos que derrocar la democracia! ¡viva Stalin!

Tomamos chela en el mirador, deslumbrados por la hermosa vista, un pacifismo embriaga nuestro ser, la ciudad se despereza, nuestra trasnochada agitada descansa, ¡salud!, y con Úrsula nos vamos por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura que empaña, sin mancharla, tu hermosura. Te voy contando de la ciudad blanca, de su gente, de mí, me escuchas con alegría, tus ojitos me animan a seguirte hablando, sonríes en cada pausa, mi aliento prosigue y me vienen a decir que ya se van, no tú y los tuyos sino los míos, Alfredo y Pepe, están re cansados, nos vemos en el hospedaje, ¿no se llevan a Marlon? ¡Marlon! Ya sueña con su golpe de Estado.

Me escuchas hablar de la educación peruana y nuestra solución para el progreso, y los otros interrumpen, los tuyos, y me inducen a la política (no me fue bien hace unos meses), ¿y por qué no darle una oportunidad a Ollanta?, el piensa en los suyos, lo que es de los peruanos tiene que ser de los peruanos, ¡viva el nacionalismo!, los otros candidatos no son dignos a sus necesidades, ¿quién piensa en los pueblos marginados de la sierra? ¡Pues Ollanta!, tu asientas con tu mirada lo que dicen tus compatriotas y yo me voy quedando sin refutaciones para asentir contigo ¡joder!, y les digo ¿y por qué no Franco?, sus silencios me han dado la razón.

Pasado el mediodía regreso al hospedaje, ¿y Marlon?, se quedo en el hotel de los españoles, me acuesto dormito y horas después me encuentro de nuevo en el ritmo festivo que te regala la ciudad del Cusco, sábado por la noche, estoy sentando en una mesita de la disco, mientras mis amigos se divierten con la danza, la soledad acompaña mi cansancio, me siento exhausto de tanto trajín trasnochador, mi cuerpo esta facturado, se me acerca un chico, empieza a hablarme, no tengo ganas de contestarle, “ya no me gustan las mujeres, son todas plásticas, a mi me gustan los tiburones”, lo escucho decir eso e inmediatamente me revitalizo y me voy a bailar con mis amigos.

El domingo ya se va oscureciendo y recién nosotros dejamos las camas, tengo el propósito de ir a misa, la primera del año, los acompaño a almorzar, diría cenar, no quiero probar ningún bocado, un matecito de coca me es suficiente, ya va siendo hora de marchar a La Compañía de Jesús, ya nos vemos chicos y ya ando cruzando la plaza de armas, cuando mi mirada se desliza a una de esas banquitas y te veo, no es Úrsula, es la chica tucumana, sí, ella, ¿sabes a qué hora hay misa?, aún tengo latente tu pregunta, hoy te la puedo contestar, voy a una, ¿mera casualidad?, detengo mi paso, no sé si acercarme (mis agallas tímidas me retienen) y preguntarte si fuiste a misa, porque si no es así, yo estoy yendo a una, ¿vamos?


1 comentario:

Anónimo dijo...

que no vaya

http://bonifacios.blogspot.com/