No todos nacemos de una relación amorosa de nuestros padres, muchos de ellos no planeaban tenerte, quizás fuiste fruto de una aventura fugaz o nunca conociste a tu padre porque mamá ni siquiera sabía el nombre de ese macho que conoció en una noche de pasión, también es probable que tu padre sea tan cobarde que nunca asumió su responsabilidad, pero si es bueno para engendrar y regar más hermanos tuyos por el mundo, quizás tus hermanos te odian porque eres una boca más que alimentar, y como fuiste parte de la casualidad, ellos tendrán que renunciar al coche nuevo, pero todos al final de cuentas, somos la unión de un ovulo y un ágil espermatozoide.
Era un viernes por la noche al salir de un congreso feminista (derechos de la mujer), que un grupo de mojigatos parados con algunos carteles, manifestaban su rechazo al aborto, mi mirada se deslizó por esas cartulinas y pintas de plumones con frases pro-vidas, cuando leí una frase que decía “Yo soy producto de una violación”, me pareció una frase altamente creativa y publicitaria; que mejor respuesta a la defensa de la vida que un testimonio fehaciente de una persona que nació víctima de una violación, me pregunté si esa persona verdaderamente era producto de una violación, ¿quién se atrevería a tener las agallas de publicitar su trágica verdad?, pensé en acercarme y preguntarle, mientras escuchaba los gritos de algunas compañeras diciendo “yo hago con mi cuerpo lo que quiera”.
¿Eres producto de una violación?, nunca escuche un “sí” tan sincero y contundente, a la vez, lleno de valor y coraje.
Una semana después tuve una conversación con él, volvamos a los nunca, porque nunca escuche un testimonio de vida tan trágico, de esos que terminas diciendo que tú no has vivido nada y sufres de tonterías y paparruchadas; era chocante verlo sonreír, su expresión era un testimonio de felicidad, su respuesta era una, “Dios”. No entraré en detalles de su vida, pero es tan novelesca, que podría escribir una novela con ella, así como Vargas Llosa escribió una con la vida de Roger Casement.
Su madre decidió tenerlo, a pesar de los traumas, la desdicha, la infelicidad y el rencor que sentía hacia el hombre que la violó, porque ella fue consciente, nunca pisó colegio alguno, que un mal no puede causar dos; a ella le causaron un daño irremediable, ella no podía causar otro, sobre todo al ser humano más indefenso, inocente y perfecto que existe.
Hoy que nuestros políticos hablan sobre la institucionalización de las drogas, el matrimonio homosexual, la pena capital, afectados por la globalización liberal económica, también hablan del aborto. Hoy he visto necesario manifestar mi postura “en contra del aborto” porque mi capacidad craniana no concibe discusión alguna, polémica o debate, en contra o a favor del aborto, porque no da lugar discutir sobre el ser humano que le da la continuación a nuestra existencia, porque debe vivir sea cual sea la circunstancia, porque todos tenemos derecho a nacer y ver el mundo que nos cobija y conocer las alimañas inmundas que luchan por quitarnos la vida.
“Yo hago con mi cuerpo lo que quiera” su derecho, su defensa, su postura, se llaman mujeres pero no conciben ser madres, por eso la palabra feminista les calza mejor. El ser humano que llevas dentro no es parte de tu cuerpo y nunca lo será, es una vida distinta, un ser diferente, un cuerpo distinto al tuyo, que obviamente “como todo ser vivo” necesita de la evolución biológica para nacer y por esa sencilla razón se acurruca en tu vientre.
¿No es ser humano? Raro que digas eso, porque su ADN al igual que el tuyo manifiesta que los dos son seres humanos distintos y al mismo tiempo tienen un parentesco, un lazo sanguíneo, ¡porque es tu hijo! Solo que anda menos desarrollado que tú porque a ti si te dejaron abrir los ojos.
Haciendo un apartado, ¿en verdad eres dueño de tu cuerpo? ¿Cuándo lo compraste? La vida te la dieron, por ende tu cuerpo también, tú no te diste por sí mismo la existencia, te la dieron tus padres, Dios o la evolución, pero te la dieron ¿por eso haces con tu cuerpo lo que quieras?
Podría hasta cuestionar el llamado “aborto terapéutico”, la finalidad de un medico es salvar vidas humanas, ¿existen vidas humanas más valiosas que otras? ¿Cuál es el parámetro para discriminar una vida? Porque es distinto matar al feto para salvar a la madre, que por tratar de salvar a la madre murió el feto.
Mi hijo nacerá con una enfermedad congénita o tal vez genética, va a sufrir mucho y es mejor evitar su desdicha, ¿Soy Zeus para saber si mi hijo será feliz o no? Porque si la felicidad depende de la salud del cuerpo cuando me diagnostiquen cáncer seré un pobre infeliz hasta que mis húmeros palidezcan.
Traer un nuevo niño al mundo no significa quedártelo si no lo quieres (deberías), pensar en darle algo que comer si vives en la pobreza extrema, darle educación si no sabes pedir por favor.
No significa amarlo porque odias a ese infeliz, no lo compares con un estorbo que obstaculiza tu carrera, tu profesión, tu futuro; pero si no lo amas no andes preguntándote que fue de él ¿estará en una buena familia?, no reniegues de tu fracaso y mendigues por un empleo cuando él pudo darte las cosas materiales con la condición que lo dejes nacer.
Porque no necesito de un credo, una religión, una ideología, porque no necesito ser un cucufato o un libertino; porque no necesito ser producto de una violación para darme cuenta que esa vida que vaya a nacer, sea donde sea, en la condición que sea, con el odio de sus progenitores o la caridad de los hombres, pueda ser la tuya.
