El dolor de sin muela me ha despertado, pienso que es tarde, tardísimo, que ya son más de las doce, veo el panorama de mi habitación, pareciera una tarde nublada; me alegro de haber dormido tanto, me pone de buen ánimo saber que he dormido excesivamente, me siento renovado, con ganas de agarrar un libro y no soltarlo hasta la medianoche, me pongo a ver mi estantería, aún me faltan muchos libros por leer y no sé por qué tengo esa obsesión de seguir comprando libros, cada vez me ando llenando de libros nuevos que no leo, y aunque no sé cuando los leeré igual seguiré comprando más. Este dolor de sin muela sigue, ya no me puedo concentrar en que voy a leer porque siento que no estoy en condiciones para leer, el dolor se siente hasta la oreja y un poquito más, los calmantes para el dolor ya se me han acabado, la que tome antes de acostarme era la última pastilla que me quedaba, mejor dicho la última recetada por el cirujano-dentista; abro mi cajón y saco una bolsita con pastillas que compre antes que me sacaran la muela.
Recuerdo que el dolor empezó la semana pasada, respecto a mi dentadura yo andaba más preocupado en el orificio que tenía en una muela, pero resulto que mi muela del juicio (ahora entiendo lo del juicio) empezó a brotar y por falta de espacio empezó a chocar con otra muela, para no ser tan redundante con la palabra muela, hablaría en términos odontológicos pero no me los sé y no tengo la menor intención de averiguarlo, entiendo también que ustedes tampoco saben esos términos. Este choque furtivo fue el causante de un dolor cada vez mayor, al punto que necesite ir a la farmacia para comprarme pastillas para el dolor, no sé cómo funcionan estos analgésicos en nuestro organismo pero nos hacen dar paz; como el dolor fue cada vez más incesante tuve que llamar a mi dentista para concertar un cita, la cita terminó en radiografía y la radiografía sentenció intervención, me sacaron la muela del juicio y me quede sin muela, me ha dejado un vacio tan grande que todavía me sigue doliendo, ni Josefina me provoco tanto dolor.
Fue curioso cuando me sacaban la muela del juicio, porque me pregunte desde cuando existían estas extracciones de muelas, y pensaba que doloroso debió ser antes con métodos muy rudimentarios, fue en esa curiosidad cuando observe la pared y observe un cuadro en el que había un tiranosaurio llorando y dos neandertales que le extraían un diente muy afilado, y en letras grandes decía “hace 60 millones de años”.
He recurrido a mis pastillas sobrantes para tomar una que me calme este dolor que me ha despertado, sin duda estas no tienen receta médica, me han dicho que las pastillas excesivas me causan daños colaterales, no tengo que tomar analgésicos más de 7 días y este sería el octavo, entonces averiguaremos que pasa.
¿Dónde están todos? Hay un silencio único en el departamento, como es domingo, seguramente se fueron a misa y después a disfrutar un nuevo sazón de los recién abrumadores abiertos restaurantes.
Suena el teléfono inalámbrico que está en mi mesa de noche, contesto y me doy cuenta que es Lucía.
- Tu celular está apagado, estoy que te llamo, llamo y nada – me dice.
Le explico que lo apague porque el dentista me dijo que tratara de no hablar mucho y me rio, ayer me quede hasta la amanecida hablando por teléfono con Josefina.
- Ayer estuve hablando con Fernando, me dijo para salir con él –sigue hablando- ah verdad también me dijo que ¿cuándo te haces hombre? ¡que eres un marica!
Me rio de todo lo dicho por Lucía y me parece tan contradictorio todo, resulta ahora que mi amigo Fernando quiere salir con ella pero a la vez le dice que me diga ¿cuándo te haces hombre? ¡eres un marica! Sin duda porque no me atrevo a nada con Lucia, la indirecta más directa que le puede dar; ¿será una provocación lo de la salida? Para que yo tome la iniciativa y salga primero con ella, en fin, prefiero obviar lo que me dijo primero y le digo:
- Siento que lo del hombre y marica me lo dices tú.
- Fernando me dijo que te dijera eso –me responde.
- Yo sé, pero no suena como si repitieras lo que Fernando dice, suena como si saliera de ti.
Sentí esas palabras con mucha convicción de parte de ella, como si ella quisiera en verdad decirme eso, razones no le faltan, nos conocemos casi un año y seguimos en la etapa de insinuación, nunca llegamos a más y pareciera que ella ya se esta hartando de eso; como si la hubiera descubierto, hace caso omiso a lo que le he dicho y me dice:
- ¿Cuándo salimos?
- Cuando quieras –le digo.
- ¿Cuándo pues?
- Mañana si quieres.
- Mmm… tan pronto tampoco pues, el sábado ¿te parece?
- Ya te he dicho que no hago planes por anticipado –respondo- (…)
(Hago un paréntesis a la conversación, ya que he mencionado una frase estupenda según mi entender, me la he copiado de una película clásica, el dialogo fue entre Yvonne y Rick “¿Donde estuviste anoche? - ¿Anoche?, no tengo la menor idea - ¿Y que harás esta noche? - No hago planes por anticipado”, esa frase y muchas otras encarno Humphrey Bogart (Rick) en la película “Casa Blanca” a mi parecer, la mejor película romántica de todos los tiempos, altamente recomendable; cierro paréntesis)
- Ja ja tú siempre con eso –me dice- ¿y a dónde iremos?
- Si no hago planes por anticipado mucho menos decido donde ir.
- Bueno, bueno, ¿entonces me llamas el sábado?
- Si
- Ok, cuídate, besitos, chau.
Dejo el inalámbrico a un lado, busco el control remoto y enciendo el televisor, ya me ha bajado el dolor de este vacío tan grande, me da curiosidad por saber la hora, pongo el canal de noticias y me quedo estupefacto, las 8:00 horas. No lo puedo creer, pongo el canal de programación pero está interrumpido, sin señal, yo que sé. Enciendo mi celular y efectivamente sólo son las 8 de la mañana, se me viene la noche, la pesadez, el cansancio, estas ganas de no hacer; de pronto mi puerta se abre, entra mi hermano despeinado, con sueño y con su piyama de animalitos, se tiende a lado mío y se queda viendo la televisión.
