19 abr 2011

Martes como hoy

Edward Hopper, Automat, 1929


El sueño se me ha ido contigo

Al verte marchar en la oscuridad

De ese día negro que no volverá



Odio los cafés al caminar

Me saben agrios en el silencio

Ese que fricciona los dos al andar



Te me vienes tú en tu totalidad

Ni tu sonrisa ni tus labios ni tu piel canela

¡Toda tú!



Los ojos vívidos susurran al olvido

Del recuerdo que pasa y añora en ti

En la mueca engreída que no va a torcer






13 abr 2011

PP-KAUSAS



Antes de dar alguna opinión sobre la segunda vuelta, inminente, por más que soñemos con un referéndum o anhelemos milagrosamente los dos tercios, tengo que hablar de ellos, esas personas que he ido conociendo día tras día en un campaña política que quedará en mi memoria por lo que conseguimos y también por la oportunidad que perdimos.

Hace unas semanas escribí un post que quería incentivar a los muchos jóvenes que mostraban una adhesión por Pedro Pablo que dejen las redes sociales para hacer activismo en las calles, ya que diez millones de peruanos “los pobres” de facebook no saben nada. No sé si logre incentivar a alguien, tan solo sé que en la calle me encontré con ese grupo de jóvenes, llamado “PP-KAUSAS”.

Es fácil describirnos como una “moda”, a lo largo de las semanas lo he leído y escuchado bastantes veces; no niego que muchos se hipnotizaron del color fucsia, otros dejaron de utilizar Nike por ponerse la marca PPK en sus vestimentas y sencillamente otros aún anhelan conseguir su ppkuy, sería mezquino no reconocer que la campaña publicitaria de PPK a calado en la juventud, se ha sabido vender bien y nosotros la hemos comprado.

Sin embargo, yo al igual que muchos, no hemos formado parte de este fenómeno PPK por una simple moda, que como toda moda, no trasciende en la historia; ¿acaso es difícil entender que después de tantos años de líderes mediocres al fin nos hemos visto representados por uno que no lo es?, si yo reconozco una buena campaña publicitaria, sean humildes y reconozcan que el poco interés que despertaba la política en nosotros desapareció y existe un culpable llamado Pedro Pablo.

El hombre de mayor edad se ha visto representado en nosotros y eso es doloroso para algunas personas; no todos llegaremos a los 72 años, y si los tenemos, quizás nos pase factura los achaques de la vejez, aun si nos encontráramos con todas nuestras capacidades en buen estado, ¿podrán los jóvenes de las generaciones venideras identificarse con el abuelo que seremos? ¿O nos verán con el cariño piadoso que despierta en nosotros al ver a un viejito indefenso a paso lento por la calle?

Él sí logro eso en nuestra generación, consiguió a su edad algo cuasi-imposible, despertar en nosotros un verdadero sentimiento de cambio para nuestro país. ¿Cómo supo hacerlo? Demostrando su capacidad, su liderazgo, su calidad de persona, enseñándonos sus propuestas, pero a diferencia de muchos, él sí sabía cómo hacerlas.

Volvamos al inicio, los PP-KAUSAS, un día llegue y otros fueron llegando, nos unió la misma convicción el Gran Cambio, así dejamos de dormir los sábados por las mañana para ir a los mercados populosos de la ciudad, un esfuerzo conlleva siempre a una renuncia, “Hoy llegue con unas copas encima, con un cansancio a cuestas, el reloj marcaba las cinco menos diez y tres horas después sonó el despertador. Hoy deje de lado macerarme en la cama para ir a los mercados a repartir volantes, almanaques de bolsillo y agitar la bandera que lleva tu nombre “PPK” porque confío en ti.”, dejamos el temor del que dirán y nos aferramos a las calles con vivas y canticos, con afiches y banderolas, con voluntad de contribuir a revertir un 3%.

Empezamos con un panorama hostil, nos rompían las volantes en nuestra cara, escuchando alguna grosería y largándonos con la mano, recibiendo insultos y ofensas de otros partidarios que defendían su mejor opción, la diferencia es que nosotros siempre lo hicimos con educación y como dicen “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, o mejor dicho que elige, ese es el secreto a todas voces de la democracia, y ese también es el temor de los que creemos en este tipo de modus vivendi…” y poco a poco el panorama mejoró, escuchábamos comentarios positivos, nos acompañaban con nuestros canticos, nos tocaban la bocina en señal de respaldo, se interesaban en ser parte de nosotros, colaboraban como podían, y nos levantaban el pulgar en signo de aprobación y camaradería.

No solo se formo un comando juvenil sino un grupo de amigos, que estuvimos siempre unidos, en las buenas y en las malas, hubo actividades que salieron mejor de lo esperado, otras no cumplieron con nuestras expectativas pero las ganas de salir adelante jamás se perdieron; también ganamos reuniones de confraternización, momentos divertidos, experiencias amenas, en la que compartíamos algo de nosotros y nos llevábamos el recuerdo de una noche para recordar, también hubo de los que no solo ganaron una amistad sino algo más, pero de ello no entraré en mayor detalle.

Ciertamente perdimos las elecciones, ese 18% que conseguimos no fue suficiente porque nunca será suficiente, ese día y los días venideros vi en esos chicos las lagrimas de impotencia por perder una vez más una gran oportunidad, el desanimo fue evidente pero la tristeza siempre conlleva en algún momento al lado opuesto, la alegría de saber que no somos ninguna moda, que hemos ganado un líder que seguirá con nosotros, que nos han declarado la guerra y no pensamos firmar la paz, porque somos ese Gran Cambio que seguiremos practicando hasta llegar a ser esos Doctores que exterminen por fin el cáncer y el sida para que nunca más los volvamos a padecer.


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