24 dic 2011

Un regalo de navidad


Aún recuerdo la desilusión de aquel día, sí ese día, marchaste por mi puerta para nunca volver; dolió más verte en tu negativa de no reconocer tu acto, que tu despedida con sabor a mentira.

Mentira porque tres años y un poquito más de nuevo estaba contigo, a solas, en la sala de tu casa, como la primera vez que me enamore de ti, un domingo que no debes acordarte; esperabas nuestro encuentro, no sé desde cuando, quizás a las horas que marchaste esa tarde de octubre de tres años atrás, tanto así que viendo mi demora decidiste llamarme y saber si iría, excusando mi demora te dije que ya iba y así fue.

Me había olvidado de los sucesos posteriores a la despedida de aquel octubre, los que han llegado a ocasionar que me encuentre de nuevo contigo, a solas, frente a frente, viéndote al detalle, buscando algún indicio que responda a mi intriga, ¿por qué me gustas tanto?. Ese “tanto” que no solo es lo físico, porque es indudable que tienes lo tuyo, ese “tanto” de quererte cariñosamente con amor, aunque fríamente tal vez no lo merezcas.

Y haciendo el análisis, yo nunca me despegue del todo de ti, en los tres años sin sabernos, algún mensaje recibiste de mi parte, por tu cumpleaños o porque era inevitable no mandarte el poema que me inspiraste, sintiéndome deudor de las regalías que me han dado esos poemas y que no es dinero.

Pero esos no son los hechos posteriores que confabularon a nuestro encuentro, en cierta medida fueron tus iniciativas, que con temor a rechazo un día decidiste agregarme al facebook y al otro hablarme concluyendo que querías verme para decirme perdón.

Yo no supe del todo afrontar esa situación, ni pensé que lo harías ni me vi reaccionando de alguna manera, así que los meses volvieron a pasar con un par de conversaciones de por medio, hasta que un día me decidí llamarte y al otro visitarte, y ya ves, aquí estoy, diciéndote que habían cambiado de posición al sillón y tu diciéndome que no eran los mismos.

Hablamos de todo un poco, un formalismo general de antiguos conocidos; de todo lo que te dije me quedo con que “no sirve hablar mucho de Jesús si no practicas lo que Jesús nos entrego”; no sé que me llevó de nuevo a ti, o tal vez no quiero reconocer que quería escuchar sanar con tus labios la herida que me dejaste hace tres años.

Cierto es que nunca me di cuenta en verdad porque los dos estábamos otra vez, tú querías emendar tu error, pacificar tu conciencia, gritar perdón. Yo también he errado, a veces no duermo tranquilo y me sabe a santificación saber perdonar.

En cierta medida el estar ahí contigo ya era un acto de perdón, que mi ser actuó sin razonar, conllevo a que es la fuerza humana que no se sirve de motivos para quererse reconciliar, y ahí estaba yo, tácitamente perdonándote.

No me di cuenta que tú tenías necesidad de manifestármelo, de decírmelo, de pronunciarlo. Desde que entre al salón tu cuerpo te pedía que lo hagas y si fuera más detallista me hubiera percatado, no me fije del simbolismo que traías en la mano, el cual fue causante de nuestra lejanía, ¿lo tenías agarrando desde el inicio?; fue así que te paraste, con un poco de miedo y con mucho de valor, buscaste mi lado, te sentaste en mi mirada y lo pronunciaste “perdóname” y me entregaste el simbolismo, con humedad a tu sudor, con amor de reconciliación, me fue necesario aceptarlo y decirte sí, te perdono.

Un abrazo largo y silencioso fue el símbolo de reconciliación, ese que el Señor nos pide siempre, el que rompe las ataduras, las mentiras, las excusas, los sentimientos frívolos, el que convierte en fantasma al resentimiento, el que nos trae paz de olvido, el que ata el lazo sanguíneo de que todos somos hermanos, porque tenemos necesidad de, de sabernos amados, perdonados, reconciliados.

Porque navidad es un motivo de esperanza al amor, porque el mejor regalo es saber que tú y yo, por más que sé que no volveremos a ser los mismos, que nuestras visitas serán esporádicas a la casualidad, que mi pasión por ti se contrapone a que mi corazón ya tiene mujer, que tu cariño fue siempre distinto al mío; nos vemos al fin en paz, con tranquilidad, con cariño, con sabernos amigos a la verdad de la reconciliación (que no lo cambio por ningún otro regalo). Aprendamos a perdonar y ser perdonados en la verisimilitud que la profundidad del ser nos pide, ¡Feliz Navidad!



23 nov 2011

El dramatismo infiel de los celos



Mi dramatismo exagerado

Te va cansando

De mis celos maduros

No prestas atención


Que tal si yo te digo:

Que me fui a beber con mujeres

Que mis amigos no son célibes

Y que no recuerdo haber llamado a mi ex


Tu enojo me sería comprensivo

Mis argumentos me harían falta

No tendría excusa que convenza

Y tu rechazo sería lo mejor


Tu enojo me sonaría a solución

Que no dejándote por tu emoción

Harías el esfuerzo de continuar con los dos

Dejándome claro que lo haces por amor


Yo no tendría reparo de arrepentirme del dolor

Que he provocado en el alba de tu saber

Si es que por mi boca me enteré yo

Que he sido infiel de la acción de ayer



...

17 nov 2011

Kim Kardashian



Me sumo a los medios que alimentan la fama de Kim y al igual que los demás medios espero vender con su nombre. No tengo mucha idea de ella, solo sé que cada nada aparece en el periódico que leo diariamente, de sus últimas noticias me sujeto, para hablarles de matrimonio.

Tengo 24 años, soy inconstante, inestable, poco perseverante, perdedor sin dar batalla, echado sin pisar tropiezo, en definitiva, sigo siendo yo a mis 24 años. Ello me augura que no sé qué vendrá mañana, ni donde estaré, ni mucho menos que haré, tampoco tengo la intención de jugar a las adivinanzas; de pocas cosas estoy seguro en la vida, una de ellas, es la muerte, voy a morirme, entraré en estado de putrefacción y volveré al polvo de donde salí.

De otras cosas no estoy seguro, no tengo idea si terminaré mi carrera, si me casaré, si tendré cuentos para contarles a mis nietos o si mañana podré publicar mi siguiente post; son cosas que sin lugar a dudas quiero pero solo sé que no compré pasaje directo a la vejez, ello implica que mi querer no se vuelva realidad.

Al leer que el matrimonio de Kim Kardashian tuvo un record de 72 días, no solo pensé que el matrimonio de los famosos es así sino ¿por qué son así?

Se dice que su matrimonio le generó ganancias cercanas a los 18 millones de dólares, lo cual la razón te intuye que fue un buen negocio, que no hubo nada de amor y que el fin licito fue ganar dinero.

Ella lo negó, dijo que su matrimonio no era ninguna farsa y pronuncio la frase que me terminó de desconcertar “me casé por amor” e inmediatamente le pregunté imaginativamente ¿Qué entiendes tú por amor?

Según la primera definición de la RAE “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.”, podría definirla como una definición romántica, llena de romanticismo, que sin embargo no pierde su profundidad, somos seres para el encuentro, somos un ser relacional que necesita de los demás; nuestra naturaleza lo confirma, necesito de mamá para sobrevivir.

Alegando una prueba a su favor, podría decir que ella si se caso por amor, concibió que necesitaba a alguien a su lado, más no sé si profundizo en el amor.

Amar significa Donar, tener la caridad de entregarse uno mismo hacía el otro, no dar objetos, cosas, materias; al parecer tu contrato prenupcial lleno de condicionantes impidió tu entrega por salvaguardar tus bienes.

Amar significa Sacrificar, la renuncia que optas por el crecimiento integral de los dos, no el personalismo egoísta; al parecer preferiste Hollywood que un lugar tranquilo sin cámaras ni flashes.

Amar significa Comprender, la compresión que tienes para con el otro y sus circunstancias, no la visión subjetivista de las cosas; al parecer no entendiste que su familia no es él, te quedaste con la opinión ajena de la relación.

Amar significa Conocer, descubrir con los actos las verdades del uno y del otro, no la intuición o la corazonada que tienes de la persona; al parecer un año de noviazgo nunca es suficiente y te dejaste guiar por la corazonada que fundamentó tu decisión, “me divorcio del basquetbolista”.

Amar es Fidelidad, fidelidad de palabra que se da uno mismo para no fallar en el compromiso de respeto que le pides al otro.

Tal vez por la ligereza del verbo “Amar” no solo los matrimonios famosos fracasan, fracasan todos los que buscan la fama, la que se evapora con el calor de los problemas, ¿no sería mejor buscar la eternidad?

Tengo serios problemas para creer en el divorcio, soy estudiante de derecho, próximo abogado, si quiero dinero los divorcios son un buen negocio; otro dato curioso es que ya tengo un negocio muy ligado al matrimonio, que es mi local de eventos, por cada matrimonio hay un festejo, por cada festejo tengo un alquiler en mi local. ¡Vivan los divorcios!

Sin embargo, no creo en los divorcios, en esa aberración de poca hombría (entiéndase varón y mujer) que tenemos para no enfrentar los problemas sino buscar la solución más rápida, ¡escarparnos! Y a la primera inconsistencia es mejor salir de casa en busca de otro hogar que te haga sentir “bien”.

También creo que hay problemas más dolorosos que otros, ¿Cómo lidiar con una infidelidad? Es una ruptura profunda que es muy difícil volver a unir; considero que para ser fiel no basta con las “buenas intenciones” se necesita de una “fuerza espiritual”, fuerza que los creyentes encontramos en Dios para lidiar con las tentaciones.

Al hombre no le basta solo con el arrepentimiento, podemos decir que nunca más y pegar el lazo que hemos roto, pero acordémonos que somos hombres, que el olvido y el resentimiento son difíciles de borrar, que sobrellevar una infidelidad no es fácil de llevar sin reclamar, para ello se necesita de la “fuerza espiritual” porque solo Dios puede unir lo que el hombre rompió; las rajaduras las compone Él, la paz te la entrega en la reconciliación verdadera.

Tengo 24 años, más veinticuatro que los que tenía al comienzo, me rectifico en lo que soy y en lo que seré sin saber que vendrá mañana, no tengo seguridad del minutero que avanza ni de cuando se detendrá conmigo. Mas estoy seguro del matrimonio, el indisoluble, solo quebrantable por la muerte; lo sé, no tengo experiencia y hablo sin conocimiento de causa, pero hablo con Amor, el profundo, y si contraigo nupcias por mi parte será para toda la vida ¿tú qué dices mujer?





11 nov 2011

Once


Para Haydelena, el uno que completa mi número.

La mañana, los arboles, el sonido de los pájaros

El cielo de color cielo despejado

Y tú, el paisaje de mis ojos

La clara melodía azul verdosa

Que se me viene en el despertar

Del sueño que no imagino dejar



La noche, la pared, el ruido de TV

La luz amarrilla de color foco colgado

Y tú, el adorno que calza perfecto

La que ilumina lo sombrío de mi estancia

Que no quisiera soltar en la torpeza del vacio

De la ruptura del agua que me da de beber



...


8 nov 2011

Domingo sin ti

En la soledad de la Gran Vía –Madrid

Hoy domingo me va a doler tu ausencia, la falta de ti, tu compañía, tus manos, tus caricias, tus besos y todo lo que ello implica, sí, me va doler.
No tengo por qué estar sonriente cuando hoy me toca estar triste, no tristeza de fin del mundo, tristeza de despedida, de lejanía, de partida, de ya no estarás, te vas, te vas de mí.

Un viernes de madrugada me aparecí en tu casa, dispuesto a amarte, con todo lo que ello implica; si tuviera que regresar a ese viernes consciente de que hoy es mi primer día sin ti, volvería, volvería a subirme a ese taxi en dirección a tu casa, volvería a llamarte y decirte que estoy afuera, que no soy loco, que estoy consciente de lo que hago, que te quise venir a buscar y aquí estoy, esperando que salgas para que me creas.

Caminamos en dirección al puente, te me apoyaste en mi brazo al andar, quise pensar que era por el frío, no lo era, era por mí, detuve el taxi y enrumbamos con dirección al centro, ahí estábamos, en el bar de siempre, es cierto, los últimos meses dejamos de asistir, hoy no sé si podre pisarlo.

Hablando de todo, quién diría que pasado el tiempo te irías silenciando; a ratos unos silencios gustosos, simplemente nos mirábamos, sonreíamos, como la primera vez que nos dimos cuenta de nuestra existencia, sí, ahí, en el sillón de tu sala, en el cumpleaños de tu hermana, no sé en qué momento nos quedamos los dos hablando, me dijiste ya vuelvo, yo solo cerré los ojos y pensé en ti, al despertar ya no estabas.

¡Ay corazón! Cuanto tiempo de aquello, y pensar que nos vimos antes, no me refiero a la campaña presidencial, me refiero a años atrás, cuando estudiábamos la misma carrera, en el mismo año, en la misma universidad y ninguno se percato de nosotros, cuantas veces te debí ver pasar y no saber de ti.

Después vino el facebook, como le quita lo romántico, pero es cierto, fue por el facebook, te agregué y me hablaste, ¿Qué bien la pasábamos no?, si mi padre supiera que me haces reír tanto me dejaría estar contigo, aún recuerdo eso de tus labios, nuestras directas, a la conquista de nuestros corazones, a lo moderno, por el chat, pero me gustan más los balcones y las declamaciones, mi Julieta, mi Julieta.

Regresemos a aquel día del bar, tu mano, no veía el momento de entrelazar la mía y no soltarte, que cobarde, ¿Cuánto me demoré? Me imaginaba en el supuesto del rechazo, pero después me dije, nadie sale casi a las dos de la mañana con un tipejo que a las justas conoce así por así; en estricto sentido no creo haber pensando en eso, pensaba en el miedo de tu rechazo y hoy es el mismo miedo, el miedo de que ya no estás a mi lado.

Lo hice, postre mi mano encima de la tuya, un enlace tímido, avergonzado, la dejaste ahí, no la moviste, tomé más valor y te sujeté, te di calor, sudor, amor. Así nos pasamos un momento, sin mediar palabra, con el lenguaje de la piel, con el escuchar de la música; pedí la cuenta, ¿pagué yo? Mejor vamos a mitas.

De regreso a tu casa, no recuerdo si te abrace, me podrías ayudar en esto, ¿te abrace? O mi timidez me obstaculizó, mi memoria no me alcanza, la tuya es mejor. Ahí estábamos, en la puerta de tu casa, ¿Cuántas veces más iba a estar ahí parado despidiéndonos? Nunca lleve la cuenta, pero fueron muchas amor.

Le dije al taxista que esperara, bajamos los dos, abriste la puerta, presionaste tu pie a la puerta mientras le dabas vuelta a la segunda llave; ni pensar que tuvo que pasar algunos meses antes que yo ingresara de nuevo al departamento, le tenías miedo a tus hermanos, pero si soy amigo de tu hermana ¿no creo que se enoje no?,” me va a decir que le quito a sus amigos”.

No sé si hubo luna llena o si el cielo estaba despejado para poder ver las estrellas, solo sé que era de madrugada y tenía un taxi esperándome con el taxímetro subiendo (lo hace más romántico) porque en mi ciudad no hay taxímetros. Depositaste medio cuerpo dentro de tu cobija, sí, era la despedida, un roce de cachetes, pero no fue así, fue nuestro primer beso.

De vuelta a casa, mientras hablaba con el taxista, haciéndome su cómplice para ver si me rebajaba alguito, te mandaba un mensaje de texto, una carita feliz, así me reflejaba, feliz. También meses después me confesaste que no sabías si tú fuiste la que me besaste o fui yo, ya te tengo la respuesta amor, fuimos los dos.

Hoy domingo, dos y media de la tarde, si los domingos son nostálgicos, no quiero saberme a las cinco de la tarde, cuando siempre venías, no tan puntual, pero siempre era a las cinco, ¿Qué haré yo ahora a las cinco? Si ya estoy llorando, añorándote, anhelándote, extrañándote, ¿con quién subiré de la mano a la plaza? Con dirección a encontrarme con mi fe, si cada paso que daré será un viacrucis de dolor, una peregrinación de olvido, un sacrificio sin ti.





2 nov 2011

La caída




Mañana partes

Al olvido del corazón

Serás como un borrador

Que ya no pienso corregir



Como lloro en la ducha

Al compas del agua que resbala

En la piel que se tuerce de tristeza

Como siente, como siente



Como siente que ya no vas más

Que te alejo por necesidad

Necesidad de bienestar

Que contigo pierdo en el andar



Sé que no se quiebra mi existencia

Aunque no parezca

Y me sienta pedazos

Ya va a pasar, va a pasar



Suena el grifo al cerrarlo

Sin embargo, el chillido sigue rondando

Es el llanto que se queja

El aullido del animal que hay en mí



La toalla me va secando

No se basta

Las gotas van en aumento

Brotan para renovar mi cuerpo



De la mala pisada

Resbala la sandalia conmigo

Del golpe un crujido de auxilio

Que traspasa mis nervios heridos



Me veo con todo mi peso

En el suelo fallecido

Como duele, como duele

Duele más echarte al olvido


...

26 oct 2011

Del marrón de ti


De la letra inerte de las líneas

En el silencio intermitente

Del borrador que no apunta nada

Quisiera mancharte con mi prosa



De tu espalda marrón chaleco

Te has vestido a las siete

Para encontrarte con tus deberes

Que se adornan conmigo y veinte más



Y de los que debiera yo cumplir

A manera de pasantía

No hago más esfuerzo del que tú me das

Si me preguntan, yo no sé



De la exegesis de tu persona

No soy conocedor

Apenas sabemos palabras nuestras

Y ya te voy haciendo bosquejo



De la distracción de tus caderas

Del marrón de ti

Te me escapas de mi voz

Y volteas a ver al delator



Tus ojos también son café


...

4 oct 2011

Marcos 12: 28-31

Basílica de la Sagrada Familia-Barcelona

He vuelto a caer

En el desperdicio de las horas sin hacer

El de los martes que pasa

Pasa sin saber qué hacer



He vuelto a reconsiderar el adiós

Ese cortante, definitivo, terminante

Que he de pronunciar a tus labios

En la marea de la cólera que me ahoga



Si fueran tus labios más de amor

El de las escrituras de Marcos

Verías de verdad en mi necesidad

La falta que tengo de ti mismo



He querido dar más de mí

El lunes por la tarde, el martes de hoy

Quedando pendiente tu participación

Que no has sabido dar

A falta de corazón



He rabiado de tu abstención de entrega

No es bonito el silencio

Si lo que calla es tu voz

Cuando te pido una conversación de dos



He hecho sacrilegio de acción

Paralizando los minutos de tristeza

En un repetitivo momento eterno

De cólera sin razón de amor



Me he volcado a echarte la culpa

A lo humano

De las cuerdas sin sonido

Que va silenciando la vida conmigo



Y así soy el escriba sin letra

Que me pierdo en el egoísmo

De no recordar primero lo dicho



Porque si de verdad escucharía

Mi corazón, mi alma, mi mente y mi fuerza

Se regocijarían en el Padre

Sin importar lo que pase contigo



...

28 sept 2011

Me calza tu anatomía




Eres la belleza que mi alma motiva

De la estructura anatómicamente mía

Lo he afirmado al volverte a ver

No sé que tienes, no sé que tienes



No eres actriz de poetas suicidas

Que van perdiendo la vida

Por la belleza que irradian

Y por la indiferencia que dañan



No eres soltera por fea

La que no inspira

Ni a los poetas muertos

Y ha malogrado la letra

De este texto



No sé que tienes, si eres igual mujer

De la normalidad andante

Que nos hace voltear

Y una mirada morbosa suspirar



No sé que tengo, pero tú tienes

La estructura anatómicamente mía

Que roba el gusto de mis pupilas

Y no se pierde en los años sin tenerte


...

19 sept 2011

Instantes

Son esos instantes en los que pierdo el conocimiento

Y soy ciego de mi propio pensamiento

Los que me llevarían hacer una locura

O volvería a caer en la misma tortura

De recordarte, aunque no hago más que dañarme

Empiezo a creer que esto ya no tiene cura

Y por más que le diga mis pecados al cura

Volvería a ver tu figura



Son esos instantes los que me imploran llamarte

Pero mi voluntad tiene que poner de su parte

Para no llevarte en mi pensamiento constante

Y dejarme arrastrar por tu mirada que me hace llorar

Haciendo de los recuerdos sucesos que nunca fueron

Porque no podría dejar de amarte

Porque no podría dejar de engañarme



Agosto 2005


11 ago 2011

Al partir



Al partir en el alba del camino empedrado

Me voy con lo ya usado

Las ropas gastadas de lo errado

Han vuelco en un mejor yo



Al andar en la gravedad oscura

De la infinidad de los astros

Tu estrella perdura

No sé si en el espacio

Ni en la mirada de los ojos



No perdura

En el corazón de carne

Perdura

En mi amor de alma humana

De la infinitud

Que Dios me ha hecho parte



Al partir el mundo no se acaba

Ni tú, corazón, te vas de ella

Y del querido recuerdo

No es nostalgia

Si tienes presente

Que mi amor nunca acaba




26 jul 2011

¡Maldita seas!

Foto real


(Basado en un hecho real)

Cinco años después de tener a tu primer hijo dabas al fin el sí, el anhelado sí que soñaste desde muy pequeña; eras apenas una muchachita cuando te embarcaste en el sexo, no te cuidaste, pero tú seguirías afirmando que sí, producto de tu nueva experiencia concebiste a tu primer niño y con el coraje de una mujer luchaste para tenerlo, tu alicaída familia te impuso el no, apenas tenías 15 añitos, pero remaste contra la fuerza opresora, era tuyo, y decidiste tenerlo a pesar de la censura familiar.

Volvías a pronunciar el sí para asegurarte de que era cierto, al frente lo tenías al juez, y a tu costado, al amor de tu vida, unos pasos más atrás, a la querida parentela y más atrás, al conserje. No dudabas de su amor, con hijito y todo, te quería, por eso te propuso matrimonio, no dudaste morocha, el sí que dijiste aquella vez era de mayor felicidad, pero hoy lograste hacerlo intenso, sí, hasta que la muerte nos separe.

Cinco años más tarde.

El frío madrugador no te motivaba a levantarte de la cama, forzosamente lo tenías que hacer, ya pisabas suelo, buscaste las pantuflas debajo de la cama, con dirección al baño te diste media vuelta, monga, ¿que tenías en la cabeza?, te ibas a bañar, sacaste tus sandalias del ropero y te fuiste a tomar una ducha caliente; el baño aún tenía ese aroma flatulento de tu marido, pobre de él, se tenía que levantar de madrugada para ir al puerto, a pesar de sus olores lo querías morocha.

Ahí estabas frente al espejo, todavía con unas gotitas en el rostro, te fijabas en tus glándulas mamarias, cómo habían crecido, sí, ya eras toda una madre, buscaste el sostén para levantarlas, aún eras joven y tenías que contribuir a aparentarlos, ya no solo era uno, eran tres preciosas criaturas más, te dio un poco de melancolía no haber podido seguir amamantando al último, tan solo le diste seis meses de lactancia y regresaste a las mañanas laboriosas.

Los llevaste al colegio y al de once meses lo dejaste en la guardería; a despachar en el supermercado, a sonreírle a los clientes, tenías con que, tu hermosa dentadura le sacaba brillo a las sonrisas ajenas que te devolvían, eras atenta y lo que más gustaba, hábil con las sumas y los vueltos.

En cinco años de mujer de, los habías pasado felices, llevabas una cierta monotonía, la cual no te hubiera gustado tener, preferías las aventuras y los riesgos, pero tu estado de mujer con cuatro hijos no te lo permitiría, tenías que darle seguridad a los chicos, querías ser la madre que te falto en casa, y del otro lado tenías un apoyo; no te ayudaba en atenderlos, menos bañarlos ni cambiarlos, pero si daba esa dirección ordenada en casa, la que tu padre nunca te dio, por eso lo consentías como a un hijo más, todavía seguías enamorada morocha.

Se aproximó a la caja, ella se adelanto a tu sonrisa, le devolviste un gesto amable y avergonzado, tenía la sonrisa más bonita que la tuya, te intimidó, 48 dólares con 50 centavos, viste sacar del bolso la billetera fucsia y como si hubieras presentido algo, fijaste la mirada al desdoblarse la billetera, no, ¡no podía ser él! Por el amor de Dios, ella se percato que te quedaste detenida en la fotografía, sumergieron sus celos y como si quisiera dejar constancia de que era suyo, te dijo, es mi novio.

Ipso facto te levantaste y te fuiste corriendo al baño, el vomito se te venía encima, una especie de melancolía repugnante, querías desfogar ese odio repulsivo y denigrante que sentías, mientras que tus lagrimas limpiaban el inodoro de todo lo sufrido, apareció la supervisora para llamarte la atención, ¡no puedes dejar al cliente a medio pagar!, ¿estás bien Laura? ¿Qué te pasa?

No podías negarlo, tu rostro palidecía, el soplo de tu vida te lo habían absorbido, saliste en busca de tus hijos; querrías enfrentar a ese desgraciado, ¿Qué te pasa mami?, ¡tu papá es un maldito!, el niño calló, mientras sus hermanitos no entendían, no era su padre biológico, pero desde que se casó con Laura asumió como tal, el motor del automóvil rugía con furia, si pudiera sentir las emociones, el ruido sería estrepitoso.

Aparcaste en la berma, cargaste al bebé en brazos, apenas los pequeñitos podían seguirte con sus pies, el mayor los ayudo a caminar, y la puerta se cerró con un fricción de dolor, los tumbaste en los sillones, hoy no habría almuerzo, las horas pasaron y pasaron, esperabas por él, llamaste a su trabajo, ¿tan ciega estabas?, te enteraste que su hora de salida era a las seis, él siempre llegaba pasado las ocho.

Tiraste el teléfono, las lágrimas sumergían de tu cuerpo oscuro, infectado del dolor y el odio, ¿Qué pensaste en ese momento?, cogiste las llaves del auto, Santiago ayuda a salir a tus hermanos, qué suban al carro, la bebe protestaba con sus lloros del hambre que sentía, no tuviste piedad, la postraste en el asiento delantero y diste marcha al motor enfurecido.

¿A dónde vamos mami?, ¡todos vamos a morir hoy cariño!, en desquiciada frase todavía mostrabas un gesto de ternura, te dirigiste al puerto, donde él ya no estaría. Sí, encolerizabas más sabiendo con quién podía estar, era más bonita y joven que tú, por eso te engañaba, ya eras una mujer acabada, tu marido ya no sentía pasión por ti; no medias tus actos, habías perdido la brújula del camino, ¿Qué estabas haciendo Laura?

Llegaste al embarcadero, el río te conduciría al atlántico, frenaste en el filo de la rampa, ¡ese maldito pendejo te las pagaría todas!, se arrepentiría toda su vida de haberse metido con otra. ¡No! La maldita era otra, sí, eras tú, así como tuviste a tu primer hijo porque era tuyo, pensabas que todos eran de tu propiedad; volviste a pensar en él y aceleraste con desesperación, el automóvil se introdujo en el río, los niños gritaban de miedo, los vidrios no apañaban el agua que se introducía en el vehículo, ¡maldita seas! Te sumergías al fondo del río, asesina infernal, y en la oscuridad de las tinieblas navegables, tus hijos perdían la inocencia de la vida.





19 jul 2011

El día que te hablé y no me acuerdo



- Mamá voy a salir sola.

Te observó de pies a cabeza niña, sí niña, para sus ojos siempre lo serás, pero ya eras toda una mujer, con esas caderas anchas y llamativas, con senos pequeños, genéticamente a la madre; tus labios, todavía sueño con esos labios y una ternura de inocencia en ese rostro canela.

Estabas lista para la calle, con un vestido corto y pegado, donde la figura del cuerpo daba ese molde de desnudez; no, no vino, te dejo plantada, ni llamada, ni siquiera un mensaje en el contestador, ¿Qué esperabas niña?, no iba aparecer, si lo seguirías esperando, la noche te sumergiría en el cansancio. Tomaste una decisión, marcharte, sí, sola.

Te vio partir en taxi de empresa, un rostro de preocupación, un cuídate de amor, ya lo andaba aceptando, tu primera salida en solitario, sin naipes que te acompañen al juego, tus agallas con pausas de timidez, ¿Quién no le teme al mundo el día de hoy?

Dejaste de pensar en él, no lo merecía, el abrigo largo y negro te acompañaba en esa cuadra de bullicio, donde los tacones altos desfilaban en losetas de piedra, las puertas invitaban a no pedir permiso para entrar, el viento tiritaba al compás del campanario, y antes de llegar a la esquina, desapareciste.

Te acercaste a la barra, misma película, te depositaste en un banquillo, ¿querías tequila?, preferiste una cerveza, el ritmo electrónico no te contagiaba, preferías la estética dureza de la lentitud, a paso de caracol, acariciabas la etiqueta de cusqueña; ¿soñabas? Sí, claro que sí, a tu izquierda había una mujer, el banquillo de la derecha andaba libre y tú ya te imaginabas ver a alguien ahí.

No al galán moderno y desvergonzado, ni querías verlo aparecer al que nunca llegó, mucho menos de los recuerdos de meses atrás, soñabas con el chico extraño que compacta con tu mente, el que te intrigaría en el pensamiento, el desconocido exacto, el del sello real.

Me acerco con aroma a mareado, ni siquiera intento sentarme en el banco, llamo al de la barra, ¿tienes cigarros?, ¿Cuánto están?, escucho el precio, le digo “no gracias”, volteo y te veo, te sonrió y te digo “¿están caros los cigarros no?” Y me marcho dejándote el olor que traía conmigo.





2 jul 2011

Tu frase

Foto tomada por ella


Hay frases que no deben ser leídas, hay otras que no te calzan en el tiempo exacto, hay otras que no ayudan y la tuya entristece.

La tuya entristece y tampoco la debí leer, mucho menos en días de tribulaciones y menos cuando necesito un abrazo.

Las últimas horas del día no han sido buenas, un coraje impotente ha querido derrumbarme, pensar que no puedo más, que no debo seguir, y que la ventana de mi tercer piso es mi puerta de embarque.

Y cuando siento que hay una esperanza que renace, que nada aún se ha perdido, que cuando amanezca será un nuevo día, y podré volver a ser fuerte, mantener la calma y dirigir el barco como el capitán que debo ser, el que abandonaría la nave en caso que todos hayan podido salvarse; entro al facebook y leo un mensaje, que sabe a despedida, a verdad, a mentira, que me sabe a ti y lo firmas tú.

Lo intentaste, siento que estos días sí lo intentaste, y que no puedes; y como termina tu frase “no soy para ti”.

Duele leerlo, claro que duele, uno se pregunta en que he fallado, que el cariño no es suficiente, que el querer no lo conjugas y el amar no lo has vocalizado. Vuelve a doler que prefieras a otros, esos que no te merecen pero que tienen el toque de hacerte sufrir, de angustiarte, de desplomarte, de pensar que el amor es un fracaso, pero si te vuelven a sonreír, ver que el amor florece de sus labios.

Prefieres a los interesantes, a los guapos, a los de buena voz, a los habilidosos con las manos, a los que tengan un rol de malo en película de colores, esos que te apasionan, que te quitan los pensamientos, los que te echan a perder varios días con cortinas negras, los que esperas que vuelvan en algunos años, sin tener en cuenta si tú serás la misma.

Del otro lado estoy yo, el demasiado bueno, mejor que los demás, por eso no te merezco, tú que te sientes pecadora y yo el muy católico, el complaciente, el que te dice cosas bonitas, el que te entretiene o el que llamas cuando no hay más a quien llamar.

El ranchero.

El que no te genera pasiones, el que busca la paz y tú ya quieres ser héroe, el que te hace reír, como guasón camuflado que se equivocó de palacio, el historiador, el consejero, el de la megalomanía gigantesca, el que alardea con los bolsillos vacios, el perfecto amigo, el que se gana tu confianza, el que arriesgaría no defraudarte, el que daría la vida por ti en un poema y quién sabe si en la vida real.

El gordo, el chato, el feo, al que le falta un poco para ser lo que todas ellas quieren, el hombre exacto; tal vez si fuera un poco distinto: alto, flaco, guapo, tendría el punto exacto de tu paladar, de tu gusto o harían la conjunción perfecta con lo que ya soy, y tal vez así no me soltarías, me querrías, me desearías, me buscarías o si quiera serías amable con el amor que te doy; no el duro roble que aparenta no tener sentimientos pero que por dentro es verde, esperando florecer en brazos del verdadero amor, ese que aparenta no ser yo.

La chica bella, la inocente, a la que le repetiría una y otra vez lo mismo, a la que quiere saber más de lo necesario, a la que no me cansaría de verla, por más que siempre me esquive la mirada, la del cabello orgullosa, la que se arregla cuando quiere, la ladrona de deseos, la que cuestiona y busca, a la de los labios sensuales, a la etcétera de versos infinitos.

Me dejas con las ganas de sacarte un beso, un te quiero, un aprecio; me dejas con la melancolía que pude ser más yo y tal vez quizás, un de repente.

Tal vez con los años, cuando lo superfluo no entre a tallar, podríamos conocernos mejor, sin embargo no sé si seguiré siendo el mismo.

Volvamos a la frase desgarradora, la que me quita una lagrima sin darme una moneda a cambio, y no la de “no soy para ti” sino la de “perdóname Javier”, la que también te duele, la que te disgusta, la que no te gustaría decir y sabes que no hay otra manera de decirlo.

Y así terminan unos días bellos, de llamadas, de esperas, de risas, de engreimientos, por mí también, de película a blanco y negro, de helados sin Venecia, de momentos agradables, de trabajos universitarios, de tu by by que lo detesto (confesión) y que lo voy a extrañar, de pendientes sin resolverse, sin adiós ni hasta pronto, porque vamos a seguir viéndonos y espero que no como dos extraños.

Y ya es hora de terminar, de volver a soñar, de recordar algo sencillo que me dijiste, “soñé contigo y seguro a ti te hubiera gustado el sueño” a veces me gusta Freud cuando dice que el subconsciente anhela tus deseos más ocultos, porque si lo fuera, yo no te estaría escribiendo esto.




3 jun 2011

K.O.


He visto necesidad de dar un comentario personal de la segunda vuelta.

Más de 8 millones de peruanos ganaron en primera vuelta, eligieron por el candidato de su preferencia, aunque para algunos pueda ser incomprensible, ellos votaron por su mejor opción.

Un poco más de 6 millones y medio de peruanos votaron por los otros 9 candidatos presidenciales, objetivamente podríamos decir, que las segunda vuelta es incuestionable por la voluntad general de los peruanos, que hicieron de su voto, un voto válido, sin embargo, por la difusión mediática que se ha venido dando en estas semanas, podríamos afirmar que la mayoría de los peruanos está disconforme con los resultados, llamándola de cáncer o sida. Lo cual me hace concluir que el poder del país, no solo económicamente hablando, se encuentra dentro de los lejanos 7 millones, lo cual vendría hacer la minoría y como dicen, el poder esta solo con unos cuantos.

Hay un poco más de 2 millones de peruanos que no encontraron a alguna persona que los represente o simplemente salga quien salga, ellos siguen con su vida, y si no existiría una multa ni siquiera se acercarían a las urnas, por lo mismo que en esta segunda vuelta se mantendrán firmes en no seguir participando.

Los no ganadores de esta elección andamos en una disyuntiva, ¿Keiko Fujimori o Ollanta Humala?, algunos votarán por el mal menor y otros por el voto anti-candidato, ¿por quién voy a votar?

Podría abstenerme a dar alguna opinión, en la cual estoy seguro, nunca será aceptada por todos, simplemente optar por uno o por otro sin mayor análisis respectivo, sin complicarme la vida, sin necesidad de debatir mis ideas. Mi ser político me llama a lo contrario, y me dice que no utilice el “voto secreto” como opción, por lo cual, acá va mi postura.

Analizar a los candidatos no solo es leer su biografía o sus propuestas, también es fijarse en su capacidad y en sus meritos.

Hablar de Keiko Fujimori es hablar del pasado, estrictamente Alberto, es hija de un dictador y hablar de dictadura es hablar de un maligno gobierno.

Alberto fue un dictador que destruyo nuestra frágil democracia, violo los derechos humanos y generó una de las corrupciones más indecentes de nuestra historia; autogolpe del 92, crímenes contra lesa humanidad, esterilización forzada, poder judicial sin independencia, 600 millones de dólares, Montesinos, hiperinflación y terrorismo, son algunas palabras que se me vienen a la mente cuando pronuncian Alberto, lo curioso es que él anda en la cárcel y no participa en ninguna elección.

Para mí todo lo anterior no es ningún precedente de lo que puede significar Keiko en un eventual gobierno, me parece una calaña política propia de una sucia campaña electoral, que quiere generar temor y resentimiento, sacar puntos a favor jugando en contra del adversario, convirtiendo a Keiko y Alberto en “Fujimori”.

¿Keiko avalo el gobierno de su padre?

Juan Pérez, es un abogado y empresario, que ha trabajado desde muy joven, es admirado por sus hijos, tiene una esposa maravillosa y siempre se ha prestado colaborador con la vecindad, en definitiva es un vecino ejemplar. El día lunes a la hora del desayuno, tocan a la puerta, Juan atiende y ve que son dos policías con una orden de captura con su nombre, los hijos y la esposa de Juan corren a abrazarlo y gritan “es inocente” “no se lo lleven” “él no ha hecho nada”. Juan está siendo acusado por violación a menores de edad, también esta siendo investigado por evasión de impuestos, corrupción a jueces, cabecilla de una red de trata de blancas y con negocios relacionados al narcotráfico; meses después es condenado por todos estos delitos. ¿Su familia fue cómplice?

La maldad siempre se oculta, más aún si tienes poder para hacerlo, ser primera dama no significa que tengas conocimiento de todo y ser un padre que quiere a sus hijas no significa que les cuentes todos tus pecados. Por esta misma razón creo que Keiko poco o nada pudo hacer en contra de los fatales errores de su padre, sí en caso hubiera sabido de ellos. Hasta podría decirse que se manifestó en contra de Montesinos.

¿Por qué no votaría por Keiko?

Ciertamente tiene una formación académica envidiable, buen colegio, buena universidad (concuerdo con la teoría que sus estudios fueron pagados con el dinero de los contribuyentes); su plan de gobierno aportaría al desarrollo del país en caso se llegue a cumplir, continuidad en la política economía, seguridad que la Constitución no tendrá ningún cambio, sin embargo, Keiko ha manifestado públicamente que el gobierno de su padre fue el mejor de la historia peruana, que las esterilizaciones no fueron una política de Estado sino una práctica particular de malos profesionales y que su padre sería un asesor de lujo en caso de un eventual gobierno fujimorista, quiero creer que el amor sanguíneo (que nunca se pierde) la ha conducido a concluir tales aberraciones.

Hay que reconocerle que ha pedido perdón públicamente por los errores del padre, pero no sé cuanto sirva esto a los familiares de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos que tienen todo el derecho de sentir odio por el clan Fujimori, aunque hijos paguen por padres.

Lo que no ha sabido hacer es desligarse totalmente del entorno de su padre, no ha creado un nuevo partido político (una nueva identidad), en sus discursos ha hablado de la década de los 90 para fortalecer sus votos como si ella hubiera sido parte de y no ha mostrado esa capacidad de liderazgo que nos gustaría, la cual nos genera duda, ya que podría ser manipulada en un eventual gobierno suyo por las heces corruptas que todavía flotan por su entorno.

Hablar de meritos en caso de Keiko es hablar de “Nada”, Keiko como persona, no ha contribuido ni para bien ni para mal al desarrollo o al atraso de mi país, por esta misma razón solo la atacan por los actos del padre y es gracias al recuerdo que tienen del padre que ella haya conseguido estar en segunda vuelta, quitarle a Keiko el apellido Fujimori, es también dejarla sin carrera política.


Hablar de Ollanta Humala es hablar de retroceso, es relacionarlo con Chávez, militar y propenso a una dictadura, es decir, quedarnos sin democracia.

El crecimiento económico de los últimos años no es una paridad entre nosotros, ese 5% sostenido se interrumpe en los lugares marginados por el Estado, Ollanta ha sido la respuesta de los marginados.

Él ha sabido llegar a esos corazones olvidados, que en años no han sabido de presidentes, ha recorrido los lugares recónditos del país, ese 30% de pobres se ha identificado con la O, por la necesidad de una trasformación en sus vidas, no la misma monotonía de miseria y falta de oportunidades.

Sin embargo, su método empleado para conseguir ese respaldo popular, es un discurso revanchista, con ideas de fulgor nacionalista, que en vez de incrementar un amor a la patria, genera un odio de clases, en la que el enemigo más próximo son nuestros propios gobernantes.

Escucharlo hablar en su último mitin en Arequipa me dejo un sabor a contradicción, él busca la unidad de los peruanos, la peruanidad que nos lleve por fin a la igualdad fraternal de todos, no obstante; sus palabras no curan la herida, resquebraja los pocos lazos de unidad y vuelve a brotar la sangre putrefacta; los peruanos no solo son los indios marginados de la sierra y pobreza, los peruanos somos todos los que respiramos la mezcla de razas, costumbres y tradiciones que nos hace sentir ser orgullos de nuestra variedad multicultural que no es motivo de separación.

¿Un Chávez en el Perú?

Las dictaduras se caracterizan más por tener un corte militar, que una parada de atención desparramada de cualquier civil. Ollanta tiene el perfil militar, la fuerza de no rendirse y de no temer a sus enemigos, Ollanta es militar y el retiro no es causa de la pérdida de su esencia.

Decir que Ollanta tiene vínculos dictatoriales es referirse a Chávez y no es hablar de amistad sino de ideales, el pensamiento nacionalista defensor del imperio capitalista; es mencionar un financiamiento económico, el apadrinar para tener un ahijado más en la región, hecho vox populi por los medios temerosos de una opresión a las libertades de información, que podría ser una farsa periodística más que una verdad hipotéticamente probada.

Yo no lo llamaría dictador mientras no ostente el poder absoluto (la banda presidencial), mas si puedo afirmar que tiene sangre de golpista, revolucionario y opositor. Los dos golpes de Estado generados por él directa e indirectamente son una prueba que puede atentar contra nuestra frágil democracia. Sumado a que matar para él no es un acto de temor a la ley sino una defensa a la patria, podríamos gesticular un grito de pavor ¡Madre mía!

Podríamos considerar que hay razones para no querer un Chávez más, que hay indicios que nos llevan a concluir otra hipotética verdad; también existe la mera posibilidad de equivocación, son temores y miedos fundados en la ficción novelesca de Vargas Llosa (La Fiesta del Chivo, Conversación en la Catedral) y no en una prueba contundente de que Ollanta nos conduzca a las atrocidades de barbarie que conlleva una dictadura.

¿Por qué no votaría por Ollanta?

Ollanta ha conseguido por merito propio tener por dos elecciones consecutivas la mayoría de votos en primera vuelta, su posición nacionalista le ha rendido frutos en la población falta de verdadero patriotismo; mal que bien, todos sus actos pueden ser adjuntados a él y no a terceras personas, los errores son humanos y hablar de perfección en política es hablar de utopía en el cielo, por ello hablar de sus cambios camaleónicos, su mutación de concertación y su reiterada promesa de no excederse el límite de lo permitido me parecen validas y ciertamente cuestionables.

Rafael Rey no puede creer en el cambio de Humala, en dos meses no puede existir un cambio generacional de principios tan abrupto, pero sí puede creer en la conversión de un ateo al catolicismo en un día, la fe no es política ni la religión es Estado aunque la historia quiera desmentirme.

Haciendo un esfuerzo de pensamiento le creo a Ollanta cuando habla de no reelección, pienso que no atentará contra este principio democrático (con temor a equivocarme), pero no votaría por él por su famosa “gran transformación” en la cual no se ha repasado nuestra verdadera historia sino que quiere ser plagio de la misma, en la cual los únicos perjudicados somos nosotros.

Hablar de una economía estatal de mercado es hablar de un cambio de constitución, es afirmar su discurso populista que escuche de propia voz, en la cual el Estado no es ayuda de los necesitados sino raíz de conformismo para volvernos discapacitados, es generar en nosotros un cordón umbilical que nos dé de comer para no morir. Doy fe del letargo del gobierno en las zonas marginales, pero la erradicación de la pobreza, que busca generar recursos para el desarrollo de nuestros hermanos, no se da en una transformación de la noche a la mañana sino en un proceso constructivo a la civilización que nos dignifique por lo que somos, seres humanos.

La historia nos ha enseñado que no somos buenos administradores, despilfarrando y generando perdidas en vez de ganancias, compararse con otros países es perder nuestra identidad, pero la izquierda nacionalista todavía no lo quiere aceptar. Ese accionar Velasquista nos condujo a 30 años de retrocesos de vacios irreparables, es lo mismo que veo en Ollanta, un populista que tiene poco de estadista.

Cumplirá con sus promesas sociales, aprovechando los ahorros de la caja, disminuirá los precios de los servicios básicos, construirá obras de gran valor y gran necesidad, nos hará una vida más accesible y cómoda, lo cual lo llevará a ser querido por muchos sin medir las consecuencias posteriores. Al terminar su gobierno veo en su esposa la primera en sucederla, llámese autoritarismo socapado, la cual seguirá con la misma política que nos cobrará factura y nos generará crisis.



¿Por quién voy a votar?

No soy un analista político y optar por más puntos solo hará más larga y tediosa esta opinión, que su finalidad es ser leída y no esquivada por la mirada indiferente de tiempo e interés.

He optado votar por alguien muy a mi pesar, podría quedarme con una frase de Fernando de Szyszlo “Lo siento, no puedo votar por ninguno de los dos” muy válida en estas circunstancias y así encuentre una necesidad ex-culpante de no ser incriminado después.

Pero arriesgarme por el Perú me conlleva a optar por alguien, haciendo memoria de los próceres y demócratas formadores de este país, ese alguien se llama Keiko Fujimori.







18 may 2011

La receta incompleta



La continuidad de tintar las mañanas


En versos furtivos que signifiquen algo


Es un laborar de manchas de aceite


Quemante cuando salpica tu recuerdo


E imposible de sacarte sin que no se note






Cocerte a término medio


En versos que buscan identificación ajena


Buscando encontrar el punto exacto


Es callarse algunas verdades


Que no te manchen con sangre






Y aún así queda entre la carne y el sartén


Un ADN singularmente tuyo


Que no es degradable a las temperaturas


Tarea difícil agradar al comensal


Si lo que digiere no es una entrega total




...

10 may 2011

Mañana desapruebo


Mujer con libros-Pablo Gallo

Ayer fuiste tú

Hoy vienes de nuevo

En plena preocupación académica

Una distracción más a mi problema



Retenerte en mi pensamiento

Es envidia de los textos

Que sincronizan conceptos

Que no retengo



Se aproxima la evaluación

Y yo ni sumo ni resto

Contigo me va mejor

En el pretérito imperfecto



La teoría del conocimiento

No aplica en el momento

Cuando el amor se inmiscuye

Distrae hasta al más atento



No eres salida de mi concentración

Nunca la he tenido

El estudio y tú

Son un sacrificio que no puedo



8 may 2011

Cenicienta

......
Otra vez en el mismo lupanar
A buscarte otra vez
Despechando sus labios
Que están en labios de otro


Quiero ausentarla con tu compañía


Cenicienta de cuento
Te atisbo a lo lejos
En las piernas de un febril sujeto

Que quiere calzarte el zapato
A buen precio


Dame dos copas y llame por ella
El mozo irrumpe en tu meza
Te desencanta con gotitas al oído
Me echas un vistazo al olvido


¿Tú también vas a cambiarme?
Le respondo al olvido
Echo un trago amargo
Me sabe frío tu reproche


Tu mueca despectiva
Me ha engañado otra vez
Me asustaste con tu olvido
No te juegues así
Si aún me quieres vivo


Le coges la mano
¡No te atrevas a insinuarte!
Le preguntas la hora
Tu rolex no le llega a mis talones
A medianoche soy otra


Te marchas del banquillo de su falo
¿Lo has hecho por mí?


Otra vez tú aquí
Hoy follará a tu nombre
No será el primero, me dices
Tú también lo has hecho


Me gustas, me repite
La paga es mala
Niño tonto, si fuera por dinero
Prefiero a los que usan reloj


Cada noche que ella no está
Te cojo fuerte, mentira.


Soy débil
Me desahogo en tus brazos
Tus besos no se sobreponen a los suyos
Y los suyos saben a otro
Que también te frecuenta




 

19 abr 2011

Martes como hoy

Edward Hopper, Automat, 1929


El sueño se me ha ido contigo

Al verte marchar en la oscuridad

De ese día negro que no volverá



Odio los cafés al caminar

Me saben agrios en el silencio

Ese que fricciona los dos al andar



Te me vienes tú en tu totalidad

Ni tu sonrisa ni tus labios ni tu piel canela

¡Toda tú!



Los ojos vívidos susurran al olvido

Del recuerdo que pasa y añora en ti

En la mueca engreída que no va a torcer






13 abr 2011

PP-KAUSAS



Antes de dar alguna opinión sobre la segunda vuelta, inminente, por más que soñemos con un referéndum o anhelemos milagrosamente los dos tercios, tengo que hablar de ellos, esas personas que he ido conociendo día tras día en un campaña política que quedará en mi memoria por lo que conseguimos y también por la oportunidad que perdimos.

Hace unas semanas escribí un post que quería incentivar a los muchos jóvenes que mostraban una adhesión por Pedro Pablo que dejen las redes sociales para hacer activismo en las calles, ya que diez millones de peruanos “los pobres” de facebook no saben nada. No sé si logre incentivar a alguien, tan solo sé que en la calle me encontré con ese grupo de jóvenes, llamado “PP-KAUSAS”.

Es fácil describirnos como una “moda”, a lo largo de las semanas lo he leído y escuchado bastantes veces; no niego que muchos se hipnotizaron del color fucsia, otros dejaron de utilizar Nike por ponerse la marca PPK en sus vestimentas y sencillamente otros aún anhelan conseguir su ppkuy, sería mezquino no reconocer que la campaña publicitaria de PPK a calado en la juventud, se ha sabido vender bien y nosotros la hemos comprado.

Sin embargo, yo al igual que muchos, no hemos formado parte de este fenómeno PPK por una simple moda, que como toda moda, no trasciende en la historia; ¿acaso es difícil entender que después de tantos años de líderes mediocres al fin nos hemos visto representados por uno que no lo es?, si yo reconozco una buena campaña publicitaria, sean humildes y reconozcan que el poco interés que despertaba la política en nosotros desapareció y existe un culpable llamado Pedro Pablo.

El hombre de mayor edad se ha visto representado en nosotros y eso es doloroso para algunas personas; no todos llegaremos a los 72 años, y si los tenemos, quizás nos pase factura los achaques de la vejez, aun si nos encontráramos con todas nuestras capacidades en buen estado, ¿podrán los jóvenes de las generaciones venideras identificarse con el abuelo que seremos? ¿O nos verán con el cariño piadoso que despierta en nosotros al ver a un viejito indefenso a paso lento por la calle?

Él sí logro eso en nuestra generación, consiguió a su edad algo cuasi-imposible, despertar en nosotros un verdadero sentimiento de cambio para nuestro país. ¿Cómo supo hacerlo? Demostrando su capacidad, su liderazgo, su calidad de persona, enseñándonos sus propuestas, pero a diferencia de muchos, él sí sabía cómo hacerlas.

Volvamos al inicio, los PP-KAUSAS, un día llegue y otros fueron llegando, nos unió la misma convicción el Gran Cambio, así dejamos de dormir los sábados por las mañana para ir a los mercados populosos de la ciudad, un esfuerzo conlleva siempre a una renuncia, “Hoy llegue con unas copas encima, con un cansancio a cuestas, el reloj marcaba las cinco menos diez y tres horas después sonó el despertador. Hoy deje de lado macerarme en la cama para ir a los mercados a repartir volantes, almanaques de bolsillo y agitar la bandera que lleva tu nombre “PPK” porque confío en ti.”, dejamos el temor del que dirán y nos aferramos a las calles con vivas y canticos, con afiches y banderolas, con voluntad de contribuir a revertir un 3%.

Empezamos con un panorama hostil, nos rompían las volantes en nuestra cara, escuchando alguna grosería y largándonos con la mano, recibiendo insultos y ofensas de otros partidarios que defendían su mejor opción, la diferencia es que nosotros siempre lo hicimos con educación y como dicen “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, o mejor dicho que elige, ese es el secreto a todas voces de la democracia, y ese también es el temor de los que creemos en este tipo de modus vivendi…” y poco a poco el panorama mejoró, escuchábamos comentarios positivos, nos acompañaban con nuestros canticos, nos tocaban la bocina en señal de respaldo, se interesaban en ser parte de nosotros, colaboraban como podían, y nos levantaban el pulgar en signo de aprobación y camaradería.

No solo se formo un comando juvenil sino un grupo de amigos, que estuvimos siempre unidos, en las buenas y en las malas, hubo actividades que salieron mejor de lo esperado, otras no cumplieron con nuestras expectativas pero las ganas de salir adelante jamás se perdieron; también ganamos reuniones de confraternización, momentos divertidos, experiencias amenas, en la que compartíamos algo de nosotros y nos llevábamos el recuerdo de una noche para recordar, también hubo de los que no solo ganaron una amistad sino algo más, pero de ello no entraré en mayor detalle.

Ciertamente perdimos las elecciones, ese 18% que conseguimos no fue suficiente porque nunca será suficiente, ese día y los días venideros vi en esos chicos las lagrimas de impotencia por perder una vez más una gran oportunidad, el desanimo fue evidente pero la tristeza siempre conlleva en algún momento al lado opuesto, la alegría de saber que no somos ninguna moda, que hemos ganado un líder que seguirá con nosotros, que nos han declarado la guerra y no pensamos firmar la paz, porque somos ese Gran Cambio que seguiremos practicando hasta llegar a ser esos Doctores que exterminen por fin el cáncer y el sida para que nunca más los volvamos a padecer.


25 mar 2011

No me digas que no

Para Zilda, el primero de muchos.


Te extraño
Palabra que denota distancia
No podría medirlo en millas
La lejanía no es cuestión de viaje


La añoranza de esta mañana
No se atreve a saber de ti
Pero ganas no le faltan
Y el tonto orgullo nos detiene


No lo niegues
Tú también aborreces esta lejanía
Que no podría ser medida
Me extrañas…
y no es cuestión de millas


No me mientas
¿O estos días te fueron mejores?
Que no has visto necesidad de mí
Y que tus despertares
No son agrios como la miel


Me has jodido la cabeza
Con esta terapia de meses
Escuchando tu voz
Contándome de vos


No me digas
Que tu cabeza piensa mejor
Que no te ha enfermado:
“mi megalomanía”
Y no extrañas
La importancia de mí







7 mar 2011

Hoy o nunca



Para Armando R. porque hay muchos como él, creen pero no profesan.

Me he parado en una esquina del puente Grau, cerca de un puesto de periódicos, la gente se detiene a observar los titulares, los hay de todo tipo, los científicos inexplicables, agujeros se tragan el agua del mar, los de asesinatos amorosos, abuelo mata a jovencita por celos y dos días después se pega un tiro, las calatas escandalosas, de ellas no daré mayor detalle y sobre todo abundan los titulares políticos, ex presidente dice no ser alcohólico pero diariamente desaparecían dos botellas de whisky de palacio.

Volteo la mirada para apoyarme en el muro del puente, otrora de color blanco, las manchas de suciedad lo vuelven un amarillo opaco, marcado por el humo negro que salen de esas combis degradantes, esas que al empezar el día no son víctimas de un trapito mojado por los asientos ni de un escobillón por el suelo, esas en las que la ciudadanía tiene que acomodarse porque al fondo siempre hay sitio, esas que no respetan velocidades ni saben de educación, ahí las veo luchando por conseguir un pasajero porque tampoco saben esperar. Me apoyo al muro del puente y mi olfato percibe ese olor hediondo de orín humano, nuestras calles convertidas en baños, ya sé porque me dijeron que los peruanos somos los únicos que meamos en nuestra propia patria; nuestras calles convertidas en basureros, acabo de percibir un chicle derretido en la suela de mi zapato y me pregunto ¿a quién no le ha pasado?

La gente que pasa detiene su mirada más arriba de mi cabeza, veo esas miradas detrás de esas ventanas sucias y cerradas ¿acaso no hará calor ahí adentro?, una brisa acaricia mi rostro sudoroso, ese que cada día tiene más sequias por donde el sudor transcurre, llámese vejez. Veo otras miradas que antes de pasar por mi lado le echan también una mirada más arriba de mi cabeza, ¿acaso traigo una manzana?; mis manos agarran fuerte el palo que el viento agita, mis brazos ya se están incomodando de tener la posición manos arriba y arriba de mi cabeza está el letrero que trae el afiche de mi candidato presidencial, algunos lo ven con disgusto, otros ni se inmutan y otros afirman con su mirada: ¡estamos contigo PPK!

También veo pasar a un par de amigos que al momento de verme me han retirado su saludo, quizás ya no lo somos, quizás no me han reconocido, aunque concluyo que tienen vergüenza de mí, me ven como un simple repartidor de volantes y su estatus no les permite tener amigos así, aunque ellos también voten por el mismo candidato.

Y yo me veo ahí con mi cartel y mis volantes, tratando de contribuir con mi candidato presidencial, porque a mí nadie me ha pagado por hacerlo; no puedo negar que en campañas presidenciales los trabajos remunerados aumentan, que quizás los votos se compren por un kilo de arroz o por objetos detallistas y a la vez insignificantes, cajitas de fósforos, lapiceros, llaveros, polos y gorros pero a mí no me han comprado mi voto ni me han pagado por conseguir otros.

En estos años de vida he visto desperdiciarse buenos candidatos, un Vargas Llosa perdió por decir la verdad, a un Pérez de Cuellar no le basto con ser Secretario General de la ONU, una Flores Nano no pudo contra el peor gobierno peruano de todos los tiempos y su dotado orador. Y hoy veo desperdiciarse a uno más, quizás su condena sea tener aspecto de gringo ¿pero acaso no es peruano? ¿O acaso nosotros no provenimos de ancestros migrantes como los padres de él? ¿O me van a decir que los quechuas y los aimaras concibieron una nación unida? Porque peruano es todo aquel que nació en esta tierra llamada Perú y quiere lo mejor para ella.

Ayer en los mercados populistas me gritaban es un vende patria, aliado de los gringos y es gringo; a veces no entiendo ese nacionalismo sin fundamento e ignorante, basta con ver las propuestas y las capacidades de las personas para saber quién es el mejor, sobre todo de una persona que con su esfuerzo construyó lo que tiene, la fama y el dinero no le hacen falta.

Yo amo al Perú a pesar que tengo condición de arequipeño, el Perú es para los peruanos y ningún patriota de verdad quisiera que mientras los nuestros mueren de hambre (comida, educación, conocimientos, cultura, oportunidades) otros que no se llamen Perú estén saciados.

Por los que he nombrado (Mario, Javier, Lourdes) me dirán que soy un derechista y ciertamente en la política se habla de derecha o izquierda y últimamente está de moda ser centro. Bueno fuera una derecha y una izquierda como nuestros pies, pero sé de izquierdas y de derechas como caminos a seguir.

Vivo en un una ciudad que tiene tres volcanes Chachani (izquierda), Misti (centro) y Pichu Pichu (derecha) y sin duda me gusta más uno que los otros dos pero los tres juntos son maravillosos, hoy que vivimos en un mundo globalizado formemos parte de él.

En estos días me he dado cuenta que “el peor de los errores es votar por quien uno cree y esperar sentado a que tu voto profese a los demás” que con poner “me gusta” en facebook no hacemos casi nada, ciertamente las redes sociales ayudan pero en las calles no cambian nada, igual siguen sucias y desordenadas. Para cambiar tenemos que hacer un esfuerzo y el verdadero esfuerzo es el que incomoda, nuestro país no es como el internet, la globalización no llega a esos diez millones de personas en extrema pobreza y si queremos el gran cambio empecemos por ahí.

Muchos de nosotros trabajamos más del tiempo permitido, después del trabajo quizás estudiamos alguna carrera técnica para progresar en la vida, lo que sí tenemos es una familia y cuidar a los hijos no es fácil, terminamos el día cansados y a las justas nos da el tiempo para poder leer este post. Si tan solo le dedicaríamos una hora a la semana a predicar lo que creemos en las calles en vez de hacer un clic es posible que si exista un milagro en abril, ¡el cambio depende de ti!


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