25 mar 2015

Propuesta indecente


En memoria de W.

Era un día de lluvia, contradictorio, porque había un cielo celeste ardiente; pero los dos lo sabían, era cuestión de horas para que el gris de las nubes cargadas se abalanzara sobre ellos, pero lo más contradictorio aún… era que ellos esperarían a que esto suceda.

Un árbol tuberculoso les hacía sombra, por mucho andar, se habían detenido en un parque medio moribundo, ahí se habían echado a placer entre el verde pasto y las barandillas oxidadas del contorno, era la parte más alegre del parque, por más que las flores no existieran, alguna mala yerba se veía pintoresca.

Hace pocos días que se habían conocido, un día ella se le acercó y lo encaró, toda la tarde se la pasaron caminando por el centro histórico, ella no dejaba de contarle su vida y a él le parecía tan raro que una extraña le tuviera tanta confianza.

Ahora estaban ahí en el parque, sentados frente a frente contándose todo, de pronto ella se acercaba a darle un puñete por algo que él le había dicho y otra vez arremetía a propinarle un puñete, ¿no te duele? En el fondo le dolían sus golpes pero era bien machito y le decía que no, para nada, ¡venga! Pegue más fuerte.

Las risas flotaban entre los golpes y las jodas, de pronto, los dos se miraron: sí que era linda, su cabellera larga con risos dorados calzaban con esos ojos verdes abrazados de la tez blanca de su rostro. Ella se le quedó viendo, ¿Por qué usas barba? Preguntó, simple, me gusta, respondió él.

Tengo el ligero presentimiento que te ves mejor sin barba, claro, aparte que te pone encima como tres años más, me pregunto cómo serás sin barba, muero por verte rasurado, ¿tienes la quijada partida?, además que al saludarte me pican tus pelos, y ni siquiera la tienes ordenada, deberías si quiera rebajártela un poco, entiéndelo, no te queda bien.

No es cuestión de flojera, en serio me gusta estar así, jalarme a ratos los pelos del carrillo, palpar en el mentón esa esponja negra, jugar con los pelos del bigote, es más, quisiera verla más grande, no hay nada como verse en el espejo y sentirse cómodo, como ahora, acá, contigo, son cosas que uno nunca quiere dejar.

Si te afeitas te doy un beso, si, lo dijo, quería ver su rostro completo, tenía ganas de verlo.

¿En serio?

Sí, ¿me has visto con cara de mentirosa?, me parece justo, voy a sacarte de tu comodidad, un beso tal vez te haga sentir mejor.



20 mar 2015

Medusa de mi corazón

 
 
No voy a voltear
Medusa de mi corazón
Sabes lo estático de mis ojos
Que se detienen al verte
 
Sabes que volvería a mirar
El ardiente iris
Que penetra en mis pupilas
Negras cicatrizadas
 
Mis ganas de girar
Se mezclan con el dolor
Cada vez que cierras
Esos tus ojos hermosos
 
Otra vez los abres
El marrón papel lluvioso
Del color de tus ojos
Para ilusionarme
 
Pero no voy a voltear
Porque mirarte es volver
Al frio congelante
De mi latido
 
 
 

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