6 nov 2008

Soy agnóstico pero rezo en los aviones. Soy optimista pero no espero nada bueno. Soy materialista pero no me gusta ir de compras. Soy pacifista pero me gusta que la gente se pelee. Soy vago pero empeñoso. Soy romántico pero duermo solo. Soy amable pero insoportable. Soy honesto pero mitómano. Soy limpio pero huelo mal. Tengo amor propio pero soy autodestructivo. Soy autodestructivo pero con espíritu constructivo. Soy insobornable pero pago sobornos. Soy narcisista pero con impulsos suicidas. Estoy a dieta pero sigo engordando. Soy liberal pero no permito que fumen a mi lado. Soy libertino pero no me gustan las orgías. Soy libertario pero no sé que es eso. Creo en la democracia pero no me gusta ir a votar. Creo en la libre competencia pero no me gusta competir con nadie. Creo en el mercado pero odio ir al mercado. No soy chismoso pero compro revistas de chismes. Soy intelectual pero no inteligente. Soy vanidoso pero no me corto los pelos de la nariz. Creo en la superioridad de Occidente pero no conozco Oriente. Amo a los animales pero odio a los gatos. Odio a los gatos pero no a los de mis hijas. Quiero a mis padres pero no los veo hace años. Quiero a mis hermanos pero no sé donde viven. Creo en el sexo seguro pero soy sexualmente inseguro. Soy comprensivo pero no sé perdonar. Respeto las leyes pero prefiero burlarlas. Soy humanista pero no creo en la humanidad. Soy tímido pero no tengo pudor. Soy impúdico pero no me gusta andar desnudo. Me gusta ahorrar pero no ir al banco. Soy bisexual pero asexuado. Me gusta leer pero no leerme. Me gusta escribir pero no que me escriban. Me gusta hablar por teléfono pero no que suene el teléfono. Creo en el capitalismo pero no tengo capitales. Estoy a favor de la globalización pero no la de mi cuerpo. Quiero globalizarme pero volando en globo. Creo en la convivencia mutua pero no en la convivencia conmigo. Soy provocador pero ya no me provoca serlo. No soy rico pero tengo fortuna. Hablo de mi vida privada pero nunca de mi vida pública. Soy coherente pero inconsecuente. Tengo principios pero me gusta que se terminen. Creo en la Virgen del Carmen pero no en la de Guadalupe. No creo en Dios pero si en Jesucristo su único hijo. Soy frívolo pero profundamente. No consumo drogas pero las echo de menos. Creo en la despenalización del aborto pero me da pena el aborto. No me gusta fumar marihuana pero me gusta que la fumen a mi lado. Soy intolerante con los que no me toleran. Me gusta el arte pero me aburren los museos. Me aburren los museos pero me gusta que me vean en ellos. No me gusta que me roben pero sí que pirateen mis libros. Creo en el amor a primera vista pero soy miope. Soy ciudadano del mundo pero me niegan las visas. No tengo techo propio pero sí amor propio. Me gusta ir contra la corriente pero sólo si sirve a mi cuenta corriente. Soy un mal escritor pero una buena persona. Soy una buena persona pero no cuando escribo.

Jaime Bayly
El canalla sentimental

14 oct 2008

Escusado

Eres la excusa que manda mi vida por el escusado,
y es permisible compararme con las heces del alcantarillado
No soy más que las sobras que siguen el cauce,
y que cada trozo de mí se va quedando en las paredes pestilentes


Al llegar al final del acueducto seré la mini hez,
que contribuirá a la decoración de los mares
Tan insignificante será mi subsidio a la reforestación,
que ni cuando te manches con estiércol pensarás en mí

12 oct 2008

Historias inesperadas

para Tatiana…


La señorita tan extraña…, me hace falta
Me abandono a la mala, sin decírmelo a la cara
No es que sea mala pero estas no son patrañas
“ella hacia conmigo lo que se le daba la gana”


¡Que blasfemia! Ella nunca me ha sacado a pasear con cadena
Pero que manera de mover sus caderas


Ella hacia conmigo lo que se le daba la gana
Pero en el buen sentido de la palabra y ahora me hace tanta falta
Con que ganas ella me inspiraba y yo escribía historias inesperadas


La señorita tan extraña, me dejara siempre con las ganas
De llevármela a la cama


Con su actuar muy inusual, con su mirada muy sensual
Y su hablar muy controversial, me inspiraba de una forma singular


La señorita tan extraña, tiene un comportamiento muy ajeno a nuestro tiempo
Es su silencio el que no lo entiendo
Quisiera que cambiara y me contara sus historias inesperadas


La señorita tan extraña podría vivir engaña
Con su exceso de confianza que nunca dice nada


Quisiera que mi musa regrese a sus andadas
Y me maneje como se le de la gana
Y yo escribir a mis anchas “mis historias inesperadas”







11 oct 2008

Se llamaba Víctor

Tus engaños fueron despistados por mi alborotado corazón
El sueño que vinieras por iniciativa propia se conjuro
Tenerte aquí fue un conspicuo opaco
La comida vencida deja un mal sazón, tu traición no tiene explicación


Fue la gota que quebró el vaso y ya nada viene al caso
Quisiera despistarme para no dar con las pruebas
Me despisto pero el resultado final son tus huellas


La desfachatez de pensar que viniste por caridad era una probabilidad
Pensar en tu caridad con tu egoísmo natural era una improbabilidad
Nada cuadraba con alguna posibilidad de gran amistad
Lo único que daba lugar es algo que ni siquiera soñaría en mencionar


No ansiaba más que incurrir en error propio, ajeno o forzado
La gazapa que planeaste no tenía aberración alguna
Parecía tan garbo tu estadía en mi parqué deslustrado
Que hasta Don Desconfianza diría que una visita así ya merecía


Ahora me doy cuenta que los merecimientos son exánimes
Tu altruismo no corrompía a una razón lógica inmutable
Hoy preferiría una razón variable que obstaculice mi espíritu
Para que no asocie tu visita con conveniencia de parné


Un corazón alborotado es permisible que sea engañado
Pero la frialdad de la tarde me ha conducido a la parálisis
Ahora toda esta tan claro, transparente, nítido, diáfano
Y que me embargue tu desprecio si es que te he difamado


Mi procedimiento no da lugar a equivocación
Tú visita sorpresiva traía consigo una misiva
“La necesidad de timar mi dinero,
beneficio ilícito que no era para compartir conmigo”






26 sept 2008

25 de septiembre

Empezaba un nuevo día, el reloj marcaba la media noche, las cero cero horas y un sonido de mi celular me indicaba que tenía un mensaje nuevo, sin duda deduje al momento de escuchar el sonido que era un mensaje de una persona muy allegada a mí que me felicitaba por mi vigésimo primer onomástico y no me equivocaba. Al momento de revisar el mensaje habían palabras que forman frases muy afectuosas como el repetitivo y terminante “te quiero mucho, mucho, mucho” al final del mensaje como es normal aparecía el numero del destinatario, era un numero muy largo, que me hacia pensar dos cosas: la primera que no tenia ese numero registrado en mi agenda telefónica porque de lo contrario hubiera aparecido su nombre y no fue así, y la segunda que no era un numero de mi ciudad, lo cual me hace pensar que es de algún amigo o familiar que se encuentra en alguna otra provincia y fijándome bien traía consigo el código de la ciudad de Lima por lo que puedo deducir de quien se trataba, sin embargo, les pediré un favor a todos mis allegados, no supongan que tengo de todos sus números, para las próximas condecoraciones por mi aniversario dense la molestia de poner sus nombres al final del mensaje.
Inmediatamente después de ese mensaje nuevo llego uno más nuevo todavía, me di la inmodestia de no revisarlo pero si me di la molestia de activar la opción de silenciador de mi aparato móvil para que no volviera a sonar en el transcurso de la madrugada, no vaya ser que exista un inoportuno que quiera hacer llegar sus saludos a esas horas interrumpiendo mi sueño, que es tan frágil y costoso de entablar. Tan solo deseaba descansar para que por la mañana cuando una llamada me despierte, este de buen animo para contestarla y sin duda agradecerla por la modestia que se dan en saludarme el día de mi cumpleaños; porque si es cierto que puedo ponerle silenciador a mi celular no puedo ponerle silenciador al teléfono fijo de mi casa ya que no solo es de mi uso particular sino de todos los que integran mi hogar.
No me equivoque, era promediando las ocho de la mañana cuando la Señora Silvia me tocaba la puerta de mi habitación para avisarme que tenía una llamada, me levante como se levanta una persona de la cama, despeinado y en piyama, fui a atender susodicha llamada, por suerte era una llamada que valía la pena contestarla, un familiar muy queridísimo que no se encontraba en el país me hacia llegar sus saludos; probablemente si ese familiar no se hubiese identificado y no hubiese dicho de que tan lejos era la llamada no habrían perturbado mi sueño, ya que di ordenes estrictas de que nadie me molestara hasta que yo me hubiese levantado de la cama. Después de colgar regrese a mi habitación y revise mi celular, tenía un par de llamadas perdidas y tres mensajes de textos nuevos, bueno la verdad que un mensaje tan nuevo no era, empecé a revisarlos, todos contenían palabras cariñosas hacia mi persona en este día tan especial. “Feliz cumpleaños Ciro Bonifacio Javier, felicidades a los tres seres que habitan en ti….” Era el comienzo de uno de los mensajes, supuse que era de ti por ser tú siempre una persona tan cariñosa conmigo, en el fondo anhelaba que ese mensaje no fuera tuyo y la verdad mi anhelo se hizo realidad. Es ahí donde empezó una ruptura y un vacío en mi ser, un vacío que me acompañaría el resto del día, un vacío que seria causante de no disfrutar mi día a plenitud.
Anhelé que ese mensaje no fuera tuyo, no porque no quería que me hicieras llegar tu afecto hacia mí sino porque esperaba algo más de ti, no tan solo un simple mensaje de texto de un valor aproximado de diez céntimos, tal vez me equivoque al esperar algo de ti y sin dudarlo hubiera preferido que ese mensaje fuera tuyo si hubiera sabido que después de acordarme de ti una angustia inmensa se apoderaría de mí por esperar que te manifestaras.
En el transcurso de la mañana a través de diversos medios llegaron afectuosos saludos por mi onomástico y no puedo negar lo sorprendido que quede por algunas llamadas de personas que jamás me hubiera imaginado que se acordarían de mi y mucho menos de mi cumpleaños, algo bueno habré hecho para que esas personas se acuerden de mí pero sinceramente no me esforcé en lo más mínimo para que lo hicieran, sin embargo, contigo me esforcé a más no poder para que te acuerdes de mí, para que si quiera tengas algunas palabras de afecto hacia mi persona; la mañana avanza, el sol nos abandona, el frío nos embarga y de ti no sé ni una sola palabra.
La angustia me ha llevado casi al colapso, me pongo a meditar viendo ya el crepúsculo ¿Por qué no te manifiestas?, quizás la ultima conversación que entablamos ayer te incomodo y te molesto mucho y ahora tu orgullo toma venganza al no hacerme llegar tus saludos, yo se que no soy tú y que tú no eres yo, lo tengo muy presente; y aunque puedo entender los problemas con los que convives yo no puedo vivirlos, es fácil verlo desde afuera pero es difícil vivirlo si tú no lo vives y yo no vivo lo que tú vives. No puedo negar que ayer forcé una conversación adrede para tratar de darle una calma a tus problemas, sabia que te iba a fastidiar y que te ibas a reusar a seguir hablando de ese tema, lo hice a propósito y lo siento, tan solo quiero que sepas que trato de ayudarte porque te quiero, sé que mis palabras y actos no te pueden servir de mucho o quizás no te sirven de nada pero es todo lo que te puedo dar, no quiero decir que somos seres tan limitados que tan solo podemos dar “eso” pero “eso” es todo el amor que te puedo dar y si el amor no es suficiente me veo en la necesidad de decir que somos seres limitados.
¿Tratar de darle una calma a mis problemas recordándomelos? Sé que tienes todo el derecho de preguntarte eso y más.
Yo no soy la solución a tus problemas y ni el ser más erudito del cosmos lo es, soy conciente de ello, no es que quiera asfixiarte siempre con lo mismo pero de nada sirve tratar de no pensar ni aparentar no darle importancia a lo que te daña, si en el fondo de tu ser estas tan dañada y lastimada. Me da tanta rabia e impotencia saber que yo no puedo hacer nada pero siendo yo un ser de amor tengo esperanzas, esperanzas de que tú algún día te dejes de ataduras, egoísmos y cobardías y puedas verte al espejo en tu profundidad y darte cuenta que la solución a tus problemas eres tú.


No me he percatado cuantas estrellas hay esta noche en el cielo, esas estrellas que te gustan tanto, sigo meditando y sigo esperando tu manifestación, es inconcebible pensar que me importaría un bledo si nadie se hubiera acordado hoy de mi cumpleaños, lo bueno es que muchos ya lo hicieron pero más inconcebible aún es darme cuenta que me importa tanto que tú lo hagas, quizás ni siquiera te has acordado de mi santo y me apena pensar en ello. Existe la mera posibilidad que te hayas adueñado de mis palabras y como te dije el otro día: “siempre me acordaré de tu cumpleaños eso no significa que siempre te lo haga saber”.
La angustia se ha apoderado de mí, mis lagrimas me lo hacen saber, se termina mi día y ya mañana será de otro y consigo se termina la esperanza de leer alguna frase tan tuya, de escuchar algún murmullo tuyo.

27 ago 2008

"Ojalá"

Ojalá.- (Del ár. hisp. law šá lláh, si Dios quiere) Denota vivo deseo de que suceda algo.


“Ojala algún día sea feliz” frase tan tuya A.C.Z.R. que me perturbo tanto.


El famoso “si Dios quiere”, ¿Es bueno dejarlo todo en manos de Dios? y acostumbrarnos a decir: “ojala suceda esto, ojala suceda aquello” nos simplificamos la vida y se la encargamos al creador, lo dejamos todo en manos de él y si algo no sucede es porque él no quiere ¿y quien soy yo para ir en contra de la voluntad del Señor? Y así aunque yo no quiera pero él si quiera tengo que hacer lo que él me designe para mi vida y si yo quiero pero él no quiere me tengo que conformar con lo que él desee. ¿Es que acaso soy un conformista? ¡No lo soy y no lo seré! y yo estoy seguro que Dios tampoco quiere que sea un conformista, él es mi padre y yo soy su hijo, me ama tanto que me ha hecho libre, sin ninguna atadura que me detenga. Entonces podría concluir diciendo que ese “Ojala” es una excusa del hombre para escapar de sus verdaderas responsabilidades y responsabilizar a nuestro Creador, dándole una tarea que nos corresponde a nosotros y que tan solo nosotros podemos realizar.


Ejemplo: “Ojala pueda renunciar a mis riquezas y dárselas a los pobres” con esa excusa que yo invente, estoy diciendo: “ojala Dios quiera que renuncie a mis riquezas y que se las dé a los más pobres”. Pero siempre quedará en “ojala” y si no sucede es porque no quiere y quiere ver a sus hijos morirse de hambre en esa miseria y pobreza que existen. ¡Que mentira tan grande! El que no quiere entregar sus riquezas soy yo y mi egoísmo, escapando de mis responsabilidades y tratando de echarle la culpa a otros para no sentirme culpable pero aun así me siento infeliz. ¿Por qué me siento infeliz? Porque no estoy cumpliendo con mi finalidad, porque Dios al mandarme a este mundo me mandó con un fin que yo debo cumplir, en este caso entregar mis riquezas a los que no tienen. El Diablo me quiere encerrar en ese egoísmo para que no pueda alcanzar mi plenitud, me esta tentando y yo estoy cayendo en esa tentación, él me quiere ver infeliz y esta logrando su propósito.


“Ojala sea feliz algún día” = “Ojala Dios quiera que sea feliz algún día”. Absurdo sería que Dios me creara y me mandara al mundo para ser infeliz, tendría todo el derecho de reclamarle y decirle porque me mandaste a este mundo para ser infeliz, pero no tengo ese derecho porque él me mando para ser feliz y si no lo soy no es por él, es por mí. Él quiere que yo sea feliz pero yo no lo soy, entonces, en verdad yo no quiero serlo.
Si en verdad el “ojala” existiera ya sería feliz porque diría “Ojala Dios quiera que sea feliz” y definitivamente él quiere que lo sea, sin embargo, no soy feliz. Es momento entonces de preguntarme ¿Por qué no lo soy? Dios anhela con todas sus fuerzas que lo sea pero él no puede obligarme hacer algo que yo no quiero, porque desde el principio él me hizo libre. ¿Qué hay dentro de mí que me detiene ser feliz? Es algo que tengo que responderme.


Y si no existiera Dios ¿quien quiere entonces? No existe Dios y si nadie quiere ¿a quien le digo ojala? ¿A la vida misma? ¿Qué es la vida misma? Si no existiera yo, no conocería la vida pero existo, entonces, la vida misma soy yo. “Ojala suceda esto, ojala suceda aquello” ¿y por que no sucede? Porque no quiero. Me simplifico la vida y me paso diciendo “ojala” así me escapo de lo que anhela lo más profundo de mi ser.
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